Los tiempos de Peter Lim me desesperan

Peter Lim me desespera. Sinceramente, y aunque no soy nadie para erigirme en portavoz de un colectivo, creo que nos tiene desesperados a todos un poco. A algunos, incluso, los tiene tan hartos que ya no se creen nada de lo que hace o dicen en su nombre. La situación del Valencia CF a nivel deportivo, de gestión y social ha entrado en una espiral tan grave que no basta con cambiar piezas. Además hay que dejarlas actuar. Celebro la llegada de Mateo Alemany pero no me basta. Faltan más personas de fútbol y valencianistas, más profesionales, al frente de la entidad, pero sobre todo, falta que se pongan en marcha ya.

La elección del entrenador y definir el marco de libertad que Peter Lim da para los gestores de la entidad son decisiones prioritarias, que habrían tenido que tomarse antes de ayer y que aún siguen pendientes. Por eso, por esa lentitud y parsimonia, "la propiedad", que es como ahora todos llamamos a Meriton, a Peter Lim y Layhoon (no olvidemos que la presidenta tiene acciones de Meriton y, por tanto, es más dueña que empleada); debe plantearse dar un paso al lado o atrás y dejar que la gente que sabe se encargue de sacar al club del atolladero en el que está. No es de recibo, por ejemplo, que todas las semanas estemos con el debate del futuro de Voro sobre la mesa.

Llegó Mateo Alemany, falta que le den mando en plaza

Mateo Alemany ya está aquí. Como en Valencia nos encantan las intrigas palaciegas, vaya por delante que creo que José Ramón Alesanco debe ver en él un colaborador para sacarse de encima el 'marrón' de remodelar la plantilla, que un competidor que le va a quitar atribuciones. Si lo deportivo funciona, los otros frentes abiertos se aplacarán. Pero el mallorquín ni puede, ni debe encargarse de todo. Esa maquinaria necesita un reparación integral y sobre todo de forma urgente.
La gente de fútbol es consciente de que el Valencia-Dépor de este domingo sólo sirve para constatar que si no pone remedio para el futuro, el Valencia volverá a sufrir. Ahora lo que está en juego es el Valencia CF de la 2017-18. Todo esfuerzo que no sea en esa dirección será perder el tiempo. Empezando, claro está, por un castigo ejemplar a Cancelo. Su gesto es imperdonable y el arrepentimiento espontáneo es un atenuante, pero no un eximente del castigo. En el ambiente flota la sensación que algunos jugadores son intocables y que se han aprovechado del 'vacío de poder' para campar a sus anchas. Cancelo es el ejemplo. Esa sensación debe acabarse ya porque es intolerable.  
Conociendo como se mueven Peter Lim y Meriton, que tardaron dos meses y medio en cerrar el acuerdo con Mateo Alemany, estoy seguro que aún no hemos visto aplicadas las últimas directrices del dueño, pero si éstas no se aplican rápidamente, el Valencia corre el riesgo de tirar una nueva temporada por la borda y eso es un lujo que no puede permitirse. Así que, Peter, no nos desesperes, deja vía libre y que la gente de fútbol se ponga a trabajar de una vez por todas. 
Me han advertido y anunciado varias veces esta semana que los cambios que Mateo Alemany va a poner en marcha no darán resultados a corto plazo, y que hay que tener paciencia, pero soy incapaz de esperar mucho más. Peter Lim y su forma de llevar el Valencia, hasta la fecha, me han desesperado. A ver si la cosa cambia, porque para un servidor esta es la última dosis de confianza que le queda. Feliz semana.
David Torres
Delegado ElDesmarque Valencia