Romario: "¿Luis Aragonés? Un imbécil"

El exjugador del Valencia CF, Romario, polémico como futbolista, sigue con su mismo talante conflictivo ya retirado y como político no ha perdido ni un ápice de su virulencia verbal a sus 51 años. Así, en una amplísima entrevista concedida al suplemento Papel, del diario El Mundo, se ha despachado con el que fuera su entrenador en el Valencia CF, Luis Aragónes, al asegurar que era "un imbécil".   

Al delantero, que lo ganó todo en su país, en Holanda y en España, no le ha temblado el pulso a la hora de calificar al técnico con el que coincidió en el conjunto de Mestalla, ni aún a pesar de haber fallecido. Paradójicamente, a Cruyff se refiere como "el mejor entrenador que he tenido" y a Guardiola como "el entrenador más preparado de la actualidad".

Su polémica relación nace en Valencia

La mala relación de Romario y Luis Aragonés se fraguó en Valencia, en concreto en la temporada 1996, cuando coincidieron unos meses en el club. Romario protagonizó en sus dos intermitentes años diversos rifirrafes extradeportivos dentro y fuera del terreno de juego. Quizá el más famoso fue cuando, durante un entrenamiento, Aragonés le dijo a Romario: "Míreme a los ojitos". 
Aragonés se encontró en la plantilla con Romario, un futbolista que nunca le entusiasmó. Además, desde bien pronto, el brasileño se mostró desmotivado, sin apenas aportar en el campo y sin trabajar en los entrenamientos: no le servía para su proyecto.
Por eso, un día le abordó de forma directa durante una sesión preparatoria con esa frase que fue captada por los medios de comunicación, que mostraron tanto la insistencia de Aragonés en hablar como la reticencia mostrada por Romario para hacerlo.
Poco después, sin Romario en el equipo que goleó por 3-0 al Bayern Múnich en la Copa de la UEFA y con la frase de "o él, o yo", pronunciada por el atacante brasileño, el asunto se zanjó con el regreso de éste a su país, donde jugó como cedido en el Flamengo.

6 goles en 12 partidos

Su paso por el Valencia fue tan efímero como productivo. Romario disputó únicamente doce partidos oficiales en los que marcó seis goles, dando muestras de su potencial goleador. Sin embargo, su encontronazo con Aragonés primero, y una desafortunada lesión con Jorge Valdano, le impidieron que acrecentara su leyenda a orillas del Turia. A su regreso tras su lesión que curó en Brasil, se encontró con Ranieri, que no contaba con él y lo envió de nuevo al Flamengo, de dónde procedía. 

Se acuerda de la paella

No contento con ello, en la charla con la periodista, Romrio recuerda las fiestas y la noche española. "Claro que me acuerdo, lo pasé muy bien. Siempre intento disfrutar allá adónde voy, no puede ser sólo trabajo. Pero yo no era de beber, me acuerdo bien de la paella valenciana y de los tacos (tapas)".

"Mi Barça todavía era mejor"

En la entrevista, Romario también habla del Barça, equipo con el alcanzó sus cotas más altas, y también lo hace con polémica.  "El actual me parece el mejor equipo del mundo. Pero mi Barça era todavía mejor. El Barcelona de hoy no sería nada sin el de Cruyff y luego el de Guardiola. Esos dos enseñaron a los de ahora a jugar, y yo tuve el honor de trabajar con ambos".
Romario finaliza la parte futbolística de la entrevista con soberbia. ¿Un delantero que le haya superado?, le preguntan y contesta: "Nunca en la historia habrá uno mejor. Quedaré yo para el resto de la eternidad". Romario tal cual.