El embrujo de Carlos Soler
Por favor, indica por qué quieres reportar este vídeo:
Como padre no hay nada que me preocupe más que la felicidad de mi hijo Víctor. Como tutor de prácticas que soy desde hace una década, mi obsesión es que los chic@s que comparten su vida conmigo en la redacción se apasionen por el periodismo, aprendan que uno se puede ganar la vida con esto y que se puede ser buena gente, buen currante y buen periodista a la vez sin perder la sonrisa.
Esta semana estoy melancólico. Los periodistas que compartieron año con Javi, con Manu, con Sanfe, con Fran, con Luco, conmigo se gradúan. Salen al proceloso mundo de los adultos con la ilusión por bandera, las ganas de comerse el planeta intactas y espero que, además, algo más preparados tras haber pasado por ElDesmarque Valencia. De momento, con la foto que se hicieron el día de su graduación, Juan, Pere, Lourdes, Javi y Vicent (no está Adri porque él es de la UJI), nos demostraron a los veteranos que el sentimiento de pertenencia existe y eso, qué quieren que les diga, a mi me emocionó.
Es, exactamente, lo mismo que busca mi hijo Víctor en el Valencia CF, aunque él no sería capaz de verbalizarlo. Busca referentes, busca futbolistas que demuestren que el sentido de pertenencia a la entidad esté a prueba de bombas y, ahí, Carlos Soler se lleva la palma. El otro día, cuando en una emisora nacional le preguntaron si prefería que ganara el Madrid o el Barça y él contestó: "En un partido entre el Real Madrid y el Barcelona me daría igual quien ganase, yo soy del Valencia. Es un orgullo para mí estar en el club en el que llevo desde los siete años, está claro que me gustaría hacer mi carrera aquí", se ganó a miles de aficionados. A los que, por otra parte, ya tenía metidos en el bolsillo.
Carlos Soler, versionando aquel famoso anuncio del siglo pasado: generación JASP (Jóvenes Aunque Sobradamente Preparados) reúne, como Juan, Pere, Lourdes, Javi, Vicent y Adri, las condiciones necesarias para triunfar y comerse el mundo. Están llamados a ser los referentes de los más jóvenes, de aquellos que quieren ponerse un nombre y un número en su nueva camiseta. Carlos Soler acaba de llegar, pero ha irrumpido con tanta fuerza que el club lo eligió para protagonizar la presentación de sus camisetas junto a Gayà, Lato, Sivera y Jaume... Apunten esos nombres porque, ante la falta de recursos y liquidez, ellos son los que deben sacar el equipo adelante; los que deben enamorar a la afición, conseguir que se ilusionarse de nuevo y, de paso, que embrujen a mi hijo, huérfano de referentes en el Valencia. Ellos, guiados por Marcelino, claro, porque aunque han aprendido mucho, la experiencia es un grado. Feliz semana.
David Torres
Delegado ElDesmarque Valencia