Ismael Fernández se deja el alma y la garganta
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Junto a Marcelino García Toral, este verano en Paterna ha desembarcado un amplio cuerpo técnico con el que cubrir a la perfección todos los aspectos de los entrenamientos diarios del Valencia CF y del trabajo semanal. Entre sus miembros destaca el preparador físico, Ismael Fernández, hombre de confianza de toda la vida del entrenador asturiano y un espectáculo a la hora de contemplar cómo realiza su trabajo junto a los otros preparadores.
En Valencia sigue vivo el recuerdo de Alejandro Richino, el preparador físico que acompañó a Juan Antonio Pizzi en su corta, por desgracia, etapa con el Valencia CF. Su expresividad durante los entrenamientos, el modo de dar órdenes a los futbolistas y, en conjunto, sus peculiaridades, quedaron grabadas en la retina de los que podían seguir de cerca las sesiones.
Ahora, al equipo ha llegado un profesional al que también da gusto ver cómo de en serio se toma su trabajo y cómo trata de hacer entender a sus jugadores cada ejercicio que se realiza. De hecho, cuando Marcelino y su segundo, Rubén Uría, se encuentran planificando la parte de los entrenes dedicada más específicamente a la táctica y el trabajo con la pelota, es Ismael Fernández el que dirige el cotarro. Con la camiseta y los pantalones cortos arremangados, y un cronómetro colgado al cuello, el preparador explica y motiva a los muchachos, a los que también aprieta y 'pica' entre ellos para intentar sacar lo mejor de cada uno.
A las 9.30 horas, que es cuando se inician normalmente los entrenamientos matutinos del equipo, los jugadores incrementan las pulsaciones inmediatamente después del desayuno con cada ejercicio físico y llegan activadísimos a la parte de la práctica focalizada al trabajo con balón a las órdenes de Marcelino. La intensidad ha vuelto a Paterna y eso es algo que los jugadores, a la larga, agradecen, porque el cansancio se traduce en mejor base y fondo para la temporada.
Ismael Fernández, de 40 años, está considerado como uno de los mejores de España en su trabajo, un hecho que se ha notado en todos los equipos a los que ha dirigido Marcelino. El estado y rendimiento físico de los futbolistas era impecable, así como su preocupación por conocer los historiales de lesiones de cada uno y por realizar entrenamientos específicos para jugador en función de sus condiciones físicas y de salud.