Messi le receta una derrota con anestesia al Levante
Derrota del Levante UD por 3-0 frente al FC Barcelona. Nada nuevo bajo el sol, no fue un resultado que sorprendiese a nadie porque el conjunto que dirige Ernesto Valverde tiene pinta de querar campeonar con mucha antelación en la presente edición de la Liga Santander y, claro, pocos pensarían antes del inicio del encuentro que iba a ser la escuadra de Orriols quien le metiese palos en la rueda al conjunto culé. Aunque lo intentó. Quedaba por saber, si finalmente hincaba la rodilla, si habría hecatombe del Levante UD o si daría la cara y lo que se vio se acercó bastante más a lo segundo. Pero no hubo lugar para la sorpresa: entre Ter Stegen y la falta de puntería las pocas opciones que habían se desvanecieron. Y, por supuesto, Luis Suárez, Jordi Alba, Dembelé Paulinho y el de siempre, el gran, el enorme Messi.
La puesta en escena de los granotas en los primeros minutos del encuentro congratulaba, era vistosa, con un juego muy directo al contragolpe y un Emmanuel Boateng sorprendentemente activo. El Levante robaba en terreno de juego del Barcelona y rápidamente buscaba al ghanés, que incomodó bastante a un defensa culé muy novedosa, con Mascherano y Vermaelen sin poder descuidarse ante la presencia del delantero levantinista. En un par de ocasiones tuvieron que despejar a córner para impedir el remate del africano, bien buscado siempre por Jason para encontrar su velocidad y remate de cabeza aunque la zaga local se mostró sólida y, por otra parte, no hicieron nada del otro mundo: impedir que el joven atacante granota hiciese gol.
Porque la única oportunidad que tenía el Levante de sacar adelante esta partida de Risk, la que planteaba con un par de soldados frente a todo el ejército blaugrana para la conquista del mundo, era sacar siempre la máxima puntuación en su dado particular, es decir, enviar a la red la ocasión que tuviera. Pero eso no sucedió. En cambio, el Barcelona, conforme se iba acomodando al reto que le planteaba Muñiz, empezaba a generar peligro, con Jordi Alba a cuchillo por la izquierda y Dembele muy activo también en su regreso a la titularidad y en una novedosa posición de interior derecho. Y Messi, claro. Casi es una novedad nombrarlo pero tampoco se puede obviar ya que, al final, o al principio en este caso, es lo que te mata. En el 8', el astro ya rozó la escuadra, dizque el gol, con un gran lanzamiento de falta.
El 1-0 estaba muy cerca de llegar y lo haría con los nombres mencionados anteriormente. Dembelé, desde su costado derecho, decidió retrasarla hacia la frontal, donde Messi la picó hacia Alba para que el lateral se la devolviese con la cabeza. En ese momento, nadie del trivote granota cayó en la cuenta de que la jugada no estaba muerta y que había que seguir al '10' barcelonista. Pero nadie lo hizo. El rosarino se plantó como una cigüeña en el corazón del área, arqueó la patita y, tras acomodarse, golpeó de la única manera que podía para enviar la pelota al poste derecho y, de ahí, a la red. Genio.
El tanto con el que se inauguraba el marcador era tan solo la antesala del chorreo de ocasiones para el Barça aunque, como se vio posteriormente, podría haber sido peor e incluso el Levante salió vivo de la exhibición culé del primer tiempo. Y, de aquella manera, también tuvo ocasiones para batir a Ter Stegen. Pero antes de eso los de Valverde gozaron de una doble oportunidad para hacer el 2-0. Messi la envió desde la izquierda hacia Luis Suárez que, en principio, no parecía en disposición de rematar aunque lo que hizo fue amagar y romper a Cabaco para, esta vez sí, fusilar a Oier. El uruguayo se encontró con un paradón del irundarra y el rechace lo estrelló en la defensa Dembelé.
Respiraba el Levante, que veía cómo Oier le aplicaba un torniquete momentáneo a lo que amenazaba con ser una sangría para los granotas. Y es que los de Muñiz no habían acudido al Camp Nou a mostrarse indiferentes y pronto dieron una respuesta, siempre con Boateng como protagonista. En el 15', el ghanés volvió a cabalgar por la derecha y centró raso hacia el semicírculo. Jason arrastró a los dos centrales y Lerma llegó desde atrás para conectar un zurdazo bastante defectuoso. Tres minutos después, de nuevo precedido por una acción del africano, lo intentó Ivi pero su chut lo desvió a saque de esquina la zaga local.
Las ocasiones para el Levante llegaban al contragolpe ya que, cuando le tocaba innovar, le costaba bastante sacar la pelota desde atrás. En uno de estos intentos, Shaq Moore se la quitó de encima ante la presión barcelonista y recogió el esférico Dembelé en el círculo frontal. El francés progresó 30 metros sin oposición y soltó un latigazo que Oier atajó abajo y despejando a un costado. La segunda parte tendría que haber sido el despeje de la defensa pero nadie estuvo atento a la aparición de Luis Suárez, que perdonó disparando arriba. Era la segunda vez que el charrúa erraba pero, como dice el refrán, a la tercera... ya se sabe. En el 37', el Barça trenzó una jugada espectacular. Mascherano envió largo hacia Sergi Roberto que, en posición de '7', centró de primeras hacia el uruguayo para que conectase un gran chut que se coló por arriba (2-0). Golazo ante el que poco pudo hacer el meta granota.
Ahora sí que se empezaba a mascar la goleada, ya que poco antes Messi estuvo a punto de firmar su doblete con otro libre directo que por centímetros no encontró la escuadra. El festival del '10' no terminaba ahí. Paulinho buscó al argentino dentro del área y, haciendo un eslalom, Leo se zafó de una defensa congelada, casi boquiabierta, pavorosa de cometer penalti, y la sacó picadita hacia Rakitic para que con una potente volea la enviase lamiendo el poste izquierdo. El primer tiempo culminó con otra ocasión para la 'Pulga': un balón largo que bajó con un control demasiado en largo y Oier cerró muy bien para detener a ras de césped.
El arranque de la segunda mitad fue un calco de tantas otras del Levante en esta temporada, intentando sorprender rápido a su adversario pero con el punto de mira poco afinado. Aunque, en esta ocasión, tuvo más que ver una intervención celestial de Ter Stegen que la pólvora mojada de los valencianos. En el primer minuto, Ivi recortó fácil en la frontal a Dembelé y conectó un derechazo que iba directo a la escuadra derecha... justo donde aguardaba el portero alemán para, con un salto descomunal, abortar el peligro. El guardameta blaugrana otorgó la tranquilidad necesaria al conjunto culé en los segundos 45 minutos, ya que los granotas volvieron a apretar arriba y de lo lindo. En el 64', Jason recorrió la frontal, vio la internada por el interior derecho de Shaq y se la dio al estadounidense pero el lateral no pudo superar al enorme cancerbero barcelonista.
El Barcelona no parecía demasiado interesado en desgastarse más en el segundo tiempo aunque casi por inercia llegó el tercer tanto. Antes Doukouré envió a las nubes la última oportunidad del Levante y, en el último suspiro, llegó el 3-0: Messi agarró el cuero en el área, se marchó de varios granotas y le dio el pase de la muerte a Paulinho: Luis Suárez abrió las piernas para que le llegase al brasileño y éste sólo tuvo que empujarla hacia la red. Al final, una derrota poco cruel para los de Muñiz, que dieron la cara pero la cara que se queda fue la de casi todos los equipos que visitan el Camp Nou: casi sin darse cuenta se llevaron tres. Algo, visto lo vito, casi inevitable.