Reunión de urgencia tras dispararse todas las alarmas
La derrota frente al Celta ha terminado por encender definitivamente todas las alarmas. Del discurso de 'a principio de temporada cualquiera habríamos firmado nuestra situación en la tabla' se ha pasado a una honda preocupación no sólo porque la posición en la que la jornada 19 ha dejado al Levante UD en la clasificación, sino porque no se ve reacción en el equipo para enmenderlo. Por ello, nada más finalizar el encuentro ante los celestes, Quico Catalán, Tito y Carmelo del Pozo se encerraron en las oficinas para analizar la situación, buscar posibles soluciones y la principal pasa por reforzar al Levante UD en este mercado de enero y seguramente no sólo con Arouna Koné.
Eso sí, Juan Ramón López Muñiz, que de momento sigue estable en el banquillo, no quiere oir hablar de otra cosa que no sea la llegada del delantero de referencia. En sus últimas comparecencias públicas no ha querido hablar del asunto pero el pasado 3 de enero ya lo dejó claro: prefiere que "se gasten todo" en un atacante antes que reforzar más posiciones y traer un 'nueve' que no sea referente. Por ello, el Levante sigue apretando al Sivasspor para que suelte de una vez por todas a la presa y que Arouna Koné recale de una vez por todas en el conjunto granota.
Una vez se haya cumplido esta premisa, la idea de la dirección deportiva es reforzar el resto de líneas incluida la llegada de un segundo atacante y, si surgen opciones interesantes, como dijo Muñiz respecto a la delantera, incorporar hasta un par más de futbolistas. Y es que la preocupación en el Levante no es para menos ya que el calendario que se le viene al equipo de Orriols por delante es de toma pan y moja: dos salidas seguidas para enfrentarse al Villarreal y el Deportivo (puede que en Riazor se jueguen entrar o no en puestos de descenso, depende de los resultados de la jornada 20), la visita del Real Madrid al Ciutat de València y otros dos desplazamientos a Mestalla y a Anoeta para medirse al Valencia y la Real Sociedad.