Aimar se retira del fútbol dejando muestras de su magia

El ex jugador del Valencia CF, Pablo Aimar, se retiró del mundo del fútbol a los 38 años y en la cancha de Estudiantes de Río Cuarto, dónde empezó a tejer su estela mágica de estrella. Lo hizo por una cuenta pendiente con su hermano Andrés, al que le había prometido jugar junto a él por algo, en competición oficial, por un desafío. "Sin desafíos no hay nada", dijo. Y así fue,  Aimar jugó con el equipo cordobés, de la tercera división, la vuelta de la primera fase eliminatoria de la Copa Argentina ante Sportivo Belgrano.

Fueron 50 minutos de magia, en que el marcador no se movió y su equipo, el equipo de su hermano no pasó la eliminatoria, pero en los que las pupilas del planeta fútbol volvieron a focalizarse en sus gambetas, recortes, disparos y pases casi inimaginables. 
Pero ya está, ya no hay más. Pablo no da margen para seguir. "Fue una linda fiesta. Esto podía salir bien o no y para mí salió bien porque pude jugar con mi hermano, con la familia en la tribuna. Se termina una etapa acá, este fue mi último partido", declaró al final del choque sobre el césped, su verdadero habitat. Ahí, con la voz tomada por la emoción dijo: "Agradezco a mi familia, a mis viejos a mis hermanos, a Bielsa, me emociona que haya venido. Me retiro como quiero, en mi casa, con la camiseta del equipo de mi ciudad. Me hubiese gustado que hubiésemos ganado pero tiene estas cosas jugar 'por algo'. De la gente de Río Cuarto les sigo agradeciendo que me traten como uno más".  

Cuelga las botas, pero seguirá enseñando

Aimar deja la práctica del fútbol, pero no el deporte. No en vano es el actual entrenador del sub'17 de Argentina.
Aimar, que dio sus primeros pasos como juvenil en Estudiantes de Río Cuarto antes de pasar a River Plate, donde debutó en agosto de 1996, jugó los Mundiales de Corea del Sur y Japón de 2002 y de Alemania 2006.
Se consagró como campeón del mundo con la sub'20 en Malasia 1997 y se retiró en River Plate en julio de 2015.
Pablo Aimar enamoró a la afición valencianista entre 2001 y 2006. Defendiendo la elástica del conjunto de Mestalla disputó 216 partidos, anotó 34 goles, ganó dos ligas, una copa de la UEFA y una Supercopa de Europa. Son retazos de una historia maravillosa que quedará grabada para siempre en la memoria colectiva del valencianismo.