La Diabetes Tipo 1, más cerca que nunca del Rally Dakar
Desde que nació hace casi dos años el proyecto Un Diabético en el Dakar, el valenciano Daniel Albero y su equipo, no han parado de demostrar en rallies nacionales e internacionales que pese a tener una enfermedad crónica como es la Diabetes Tipo 1, se puede competir en la más alta categoría del motor.
“Mi objetivo es demostrar que las personas con diabetes somos capaces de realizar cualquier tipo de actividad, por extraordinaria o increíble que parezca, siempre que nos cuidemos, claro está”, comenta Albero. “Para muchos diabéticos es impensable poder llevar a cabo una vida normalizada.. Es por ello que, tanto yo como mi equipo nos sentimos responsables de abanderar un proyecto como este. Nunca antes un piloto de motos con Diabetes Tipo 1 ha participado en el rally más duro del mundo, el Dakar, y este próximo 2019 tiene que ser nuestro año”, afirma. Después de participar en carreras nacionales como el Campeonato Nacional de Rally TT, la Baja España Aragón -hasta en 3 ocasiones y terminando en todas ellas- o pruebas internacionales como la Panáfrica (Marruecos) o el Hellas Rally Raid (Grecia), “el diabético del Dakar” ha conseguido cruzar la meta del Rally Merzouga, conocido por muchos como “el pasaporte al Dakar”.
La cita se ha disputado del 15 al 20 de abril de 2018 en el sureste de Marruecos, recorriendo algunas de las pistas que en su día recorrió también la famosa prueba que creó Thierry Sabine. “El Merzouga” es sin duda la cita clave de la pretemporada, donde pilotos de motos, quads y UTV han puesto a prueba sus vehículos, además de su formación y preparación en la navegación y el día a día de los grandes rallies, incluyéndose así en las prestigiosas carreras “Dakar Series” que organiza la A.S.O.
La prueba, que ha recorrido casi 1.200 km de dunas y pistas, (además de etapas especiales como la etapa maratón en la que los pilotos durmieron en medio del desierto y sin asistencia mecánica) era necesaria en el currículum de Daniel como piloto, pues sin esta, no podía participar en el Dakar.
“Necesitábamos competir en esta carrera y terminarla para demostrar que podemos hacerlo, ya no como piloto o equipo, si no como persona con diabetes, pues poco nos importa el resultado, nuestra meta es llegar y demostrar que la DT1 puede estar compitiendo al más alto nivel”, comenta Dani.
En este reto, Albero no ha estado solo. Su compañero de ruta y amigo Fran Vega ha estado pendiente de los avances del valenciano etapa tras etapa, terminando en 50ª y 52ª posición respectivamente. Además, un equipo de cinco personas entre mecánicos, asistentes y prensa le han acompañado, realizando las tareas necesarias para el buen funcionamiento de su Husqvarna bautizada por sus seguidores como “Azucarilla” y transmitiendo casi al instante, los avances del equipo en carrera.
Aunque para participar en el Rally Dakar 2019 Albero necesita un apoyo económico potente que pueda acarrear todos los gastos, ya son muchas las marcas y empresas que le apoyan en este proyecto. “Los sponsors y colaboradores técnicos en este sueño son indispensables. Desde gluQUO, mi sponsor principal, hasta las principales marcas del mundo del motociclismo que me apoyan de una manera u otra, hacen posible que podamos estar donde estamos ahora. Pese a esto, no nos equivoquemos, necesitamos una inversión económica muy superior a la actual, pues nos hemos dado cuenta que correr en grandes competiciones como esta sin los apoyos suficientes es muy difícil. Por ejemplo, nuestro equipo ha tenido problemas para acceder al bivouac por no poder disponer de todas las acreditaciones necesarias… es un esfuerzo muy grande correr estas carreras sin el dinero necesario”, comenta Albero. Por lo que respecta a su diabetes, Daniel comenta que, pese a un resfriado que le ha acompañado durante toda la competición y el bochornoso calor que ha pasado en algunos momentos, su enfermedad “se ha portado muy bien”. “Llegamos nerviosos y con los niveles un poco descontrolados, pero gracias a mi medidor de glucosa continuo que me permite controlarme en todo momento y mi “pócima” –se refiere a un Camelbak que lleva en la espalda con una mezcla de glucosas- he podido terminar todas las etapas sin inyectarme insulina. Ha sido un gran reto y demuestra que es posible que vayamos a participar en un Dakar, con etapas incluso mucho más largas, con la fiabilidad y seguridad necesarias en lo que a la DT1 se refiere”.
Este domingo 22 de abril, a partir de las 14h, amigos, familiares y seguidores del proyecto recibirán al valenciano y su equipo cerca del Mercat Municipal de Carcaixent, Valencia. “Hemos cogido impulso y ya nada nos puede parar. Próximo destino: Dakar 2019. Gas, e insulina que no falte”, concluye Daniel Albero.