Pascu sí, claro, pero no a cualquier precio
Caso Pascu. El Valencia cuenta que lleva meses trabajando en su renovación y que, aunque el plazo se les esté echando encima -si no se dieron cuenta es una cagada monumental-, la cosa está avanzada y pactada. El agente dice que de pactos nada y que lo quieren hasta en el peor equipo de los mejores que un chaval pueda soñar. Vaya por delante que yo renovaría a Pascu, por supuesto. Dicen que va para figura -no lo he visto jugar en mi vida- y que será un gran futbolista. ¿Que a su entorno le cabrea no haber jugado en el filial los últimos siete partidos de la temporada? Pues mira, lo siento.
A Pascu lo renovaría, pero no a cualquier precio. Y no me refiero solo a dinero, sino a presiones externas de agentes, entorno o demás que puedan rodear a este o a cualquier otro jugador. Lo que pasa en la cantera del Valencia, filtraciones al margen, ya huele un poco. Los medios -entorno el mea culpa y me pongo el primero de la lista- nos prestamos con suma facilidad al juego de la joyita o la estrellita de turno que es deseada por el Madrid, el Barça, el Manchester o el sursuncorda. De aquí se fueron algunos, de los que muchos ni me acuerdo, y más que se marcharán y el Valencia CF sigue adelante.
Dicho esto, me parece sensacional que se pongan de acuerdo y renueven a Pascu, pero si su agente se empeña y cree que es mejor llevárselo, pues nada majo. Tú sabrás. El Valencia puede negociar, ceder y trabajar en la renovación de un juvenil varios meses, como dicen que lleva haciendo, pero nunca bajarse los pantalones. ¿Se imaginan el mensaje que mandaría al resto de futbolistas y agentes? Bastaría salir diciendo que me quiere el rival A o el B, y a renovar al alza. Inviable.
Sé que el futuro del Valencia pasa por cuidar su cantera, pero criar, educar y formar, no es malcriar, consentir y tragar. Ojalá que Pascu se quede. Muy posiblemente el chaval lo merezca y el Valencia ate un proyecto de jugadorazo, pero si el coste de oportunidad es someterse a presiones, pues oye... Ya lo veremos triunfar en otro sitio. Estar en el Valencia, se lo leía el otro día a Santiago Cañizares en Las Provincias, está al alcance de muy pocos, de los que lo merecen. "Cuando uno se pone a trabajar en el Valencia, se pone a trabajar en una entidad deportiva de gran tradición histórica y de gran señorío. Y tiene que estar a las alturas de las circunstancias". Nada más que añadir señoría. Feliz semana.
David Torres
Delegado ElDesmarque