El Valencia se da cabezazos contra su falta de puntería

El Valencia CF no pudo pasar del empate ante la Real Sociedad en un partido que recordó mucho a los de la primera vuelta. El conjunto de Mestalla se hinchó a centrar balones que no encontraron el destino deseado. Fue un Valencia-Real Sociedad en el que los de Marcelino pusieron las ocasiones y se marcharon aplaudidos por el público a pesar del empate. ¿Lo mejor? La vuelta de Guedes. Hasta en media ocasiones remataron los valencianistas de cabeza sin encontrar el gol. Otro día será.

De inicio debutó Roncaglia en lugar del lesionado Gabriel, Kondogbia recuperó la titularidad y Rodrigo descansó para dejar paso al renacido Gameiro.

Los cambios, sin embargo, no bajaron el rendimiento de un Valencia que está de dulce y que, tras los primeros minutos de tanteo, empezó a acumular llegadas al área rival a partir del primer cuarto de hora. Las dos más claras fueron sendos cabezazos de Kondogbia y Mina, que perimetraron la meta de Rulli pero sin acierto. El paso de los minutos, sin embargo, convirtió el empuje local en un juego anodino que se estrellaba una y otra vez contra el muro realista sin apenas consecuencias. Tuvo que ser un nuevo centro a parado botado por Parejo lo que sacara al público del sopor, pero ni por esas se desniveló un marcador que precisaba más chispa en ataque.

Tras el paso por vestuarios, el Valencia recuperó la frescura y volvió a poner cerco al área rival. El guión, sin embargo, era el mismo. Gayà y Cheryshev, por un lado, y Piccini y Soler por el otro llegaban pero, o sus centros no encontraban rematador, o no eran lo precisos que el equipo necesitaba. En uno de ellos, Gameiro remató de cabeza alto.

Huracán Rodrigo

Por eso, Marcelino empezó el carrusel de cambios sentando a Kondogbia y Mina para dar entrada a Coquelin y Rodrigo. La salida del internacional fue providencial y revolucionó el partido. Él mismo, de cabeza, pudo marcar tras un centro de Cheryshev en una jugada que había comenzado el hispano-brasileño.

A la jugada siguiente su tiro desde la frontal era detenido por Rulli. El Valencia quería marcar pero no podía.

Vuelve Guedes

La última bala que le quedaba a Marcelino era Guedes. El portugués salió coreado por un estadio que lo idolatra y lo añoraba. Desde que calentó por la banda hasta que salió en el 73 por Cheryshev, todo el estadio se caía emocionado. A la primera carrera que tuvo y pudo realizar, lo cazaron. Lo suyo fue solo un atisbo de lo que puede dar.

El partido seguía y el 0-0 no se movía. Gayà, en el área pequeña, cortó un balón con marchamo de gol de la Real que había aprovechado uno de los pocos despistes defensivos del Valencia en toda la tarde.

Un tiro alto de Guedes y un centro del luso sin rematador pusieron el picante a un partido en el que el Valencia no se cansó de atacar pero en el que la falta de acierto condenó al equipo y provoca que vuelen dos puntos de Mestalla. Una lástima que el último chut, de Piccini, provocara una nueva parada de Rulli. El posterior córner acabó en el enésimo remate de cabeza que sacó la Real bajo palos.