El nuevo proyecto de Peter Lim comienza con un manotazo

Era tarea casi imposible analizar el Barcelona-Valencia sin echar la vista atrás a una semana plagada de polémica y decisiones que indefectiblemente noquearon a un Valencia CF que regaló los quince minutos iniciales y cuando quiso reaccionar sus propios errores lo condenaron. En una semana en la que apostar por los jóvenes era uno de los debates del valencianismo, el más novel de todos, Ansu Fati, reventó el nuevo proyecto de Peter Lim en una noche en la que casi nadie del Valencia estuvo a la altura.

El caso es que Valencia CF comparecía en el Camp Nou muy tocado, herido por dentro tras el fulminante cese de Marcelino García Toral y la precipitada llegada de Albert Celades al banquillo. Y eso se notó en los minutos iniciales, y el Barça se aprovechó de un cuarto de hora en el que los valencianistas literalmente no estuvieron.

Celades salió con el 1-4-4-2 clásico de Marcelino que se pulverizó en el minuto 2 cuando Ansu Fati, libre de marca, llegó al punto de penalti para fusilar a Cillessen. Era su estreno como titular y lo hizo vacunando a un Valencia grogui y se recreó después. El propio bisauguineano asistió a De Jong en el minuto 6 para poner el 2-0, tras sentar a Garay. Pim, pam, pum. Fácil, un chaval de 16 años acababa de reventar al campeón de Copa. 

Y es que, entre Fati, las ganas de revancha que tenía el Barça y la implosión que ha vivido el vestuario valencianista, que decretó silencio stampa tras la destitución de Marcelino, el partido parecía que estaba sentenciado a las primeras de cambio y el valencianismo a sufrir. De hecho, en el 15, de nuevo Fati casi logra el 3-0.

Gameiro rompe la dinámica de este Barcelona-Valencia

Fue la espita que el Valencia necesitó para estirarse y acercarse por primera vez a la meta de Ter Stegen. Rodrigo pudo marcar, pero la dejó pasar, y después fue Gameiro el que la tiró a las nubes. El francés acertó poco después para culminar una gran jugada entre Garay y Rodrigo Moreno que asistió entre líneas al francés. El punta batió con clase al meta culé.

El propio Gameiro pudo igualar la contienda en el 37 tras una gran asistencia de Ferran Torres. El equipo parecía haberse quitado el shock inicial y tuteaba al Barça. Pudo anotar Rodrigo poco después, pero su lanzamiento se marchó desviado por poco. Este sí es el Valencia que todos conocíamos y con la misma intención comenzó la segunda parte.

Cillessen termina de hundir al equipo

Y es que, tras el descanso, Gameiro de nuevo pudo empatar, pero su volea se marchó a las nubes. El Valencia se sentía cómodo, reconocible, y con ganas de morder a su rival. Poco a poco recuperaba sus constantes vitales y Valverde miraba su banquillo cuando la suerte y el error de Cillessen terminó por sentenciar el choque. Griezmann chutó de lejos y al meta holandés del Valencia CF se le escapó el balón, tocó en el palo y Piqué hizo de improvisado delantero para remachar el 3-1.

Pese a todo, Valverde buscó a Luis Suárez porque no se fiaba y este respondió. Nada más salir se inventó un disparo a la base del palo que Cillessen ni olió. 4-1 y media hora por delante. El charrúa había sentado a Ansu Fati.

A partir de ahí fue un monólogo y el Barcelona con Griezmann desatado pudo ampliar su renta, pero Cillessen acertó tres pero no pudo parar un nuevo obús de Luis Suárez en el 81, que establecía el 5-1.

Los cambios le salen a Celades

Albert Celades movió el banquillo y sacó a Kangin Lee, Cheryshev y Maxi Gómez por Ferran Torres, Guedes y Rodrigo. Minutos para todos y acierto pues el ruso puso el centro en el 92 para que Maxi Gómez tirándose en plancha marcara el 5-2 definitivo. Una anécdota en un Barcelona-Valencia que acabó con un duro manotazo al nuevo proyecto de Peter Lim.