Persisten las protestas contra Peter Lim y Anil Murthy
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Los últimos acontecimientos a nivel social propiciaron la enésima concentración de aficionados del Valencia CF en la puerta de Mestalla pidiendo la dimisión del presidente Anil Murthy y que Peter Lim vendiera sus acciones.
Varios cientos de aficionados del Valencia CF recibieron al equipo en la Avenida de Suecia y cantaron consignas contra la máxima propiedad. El runrún en contra la Meriton no ha desaparecido en un mes, desde que Marcelino fuera despedido de forma abrupta, pero el devenir de los acontecimientos ha agriado el enfrentamiento.
La denuncia de Cañizares respecto a que el club paralizó un proyecto solidario para la investigación del cancer en niños, precipitó los acontecimientos. No contento con ello, a través de las redes sociales, el Valencia CF bloqueó a los seguidores más críticos, incendiando aún más a una afición, un sector de la cual este sábado se ha convocado en la Avenida de Suecia para protestar por lo que ven y que no les gusta.
Durante las protestas se entornaron los cánticos habituales de "Peter, vete ya" y "Anil, canalla, fuera de Mestalla". Además, también se coreó el nombre de Santi Cañizares y se lucieron varias pancartas.
Twitter y amenazas contra Anil Murthy
La última escaramuza entre algunos aficionados se ha producido en twitter en las últimas horas. Mientras la cuenta oficial bloqueaba aficionados, el presidente y su familia recibían amenazas que ya han puesto en conocimiento de la policía. Las consecuencias del distanciamiento entre las decisiones de Meriton y parte de la afición se ha traducido, entre otras cosas y tal y como ha podido saber ElDesmarque Valencia, el presidente Anil Murthy ha recibido en su móvil numerosos mensajes anónimos con consignas similares a las que se escucha en Mestalla antes y durante cada partido y amenazas contra su persona.
El hecho es que la fragmentación social en el valencianismo es cada vez más evidente. Meriton, Peter Lim y Anil Murthy viven sus momentos de popularidad más bajos desde que compraran el club y, a corto plazo, no se vislumbra que la tensión vaya a rebajarse.
La prueba, los varios cientos de aficionados que, antes incluso del partido ya mostraron su cabreo contra las últimas decisiones de la entidad. Y eso que el balón no había ni empezado a rodar.