Informe: Del control ineficiente al descontrol arrollador
El Valencia CF pasó de un control del partido ineficiente a un descontrol arrollador. Con corazón, intensidad y el apoyo de un Mestalla ensordecedor, los los de Albert Celades saltaron un match ball contra el LOSC Lille este martes. El Valencia-Lille era un examen decisivo para el futuro en la UEFA Champions League y lo superó con nota.
Albert Celades no es un entrenador al que se le pueda achacar inmovilismo en sus planteamientos. El técnico catalán todavía no ha repetido once desde que llegó a Mestalla y ha probado varios dibujos. Este martes contra el Lille se vio la enésima prueba.
El Valencia CF saltó al césped con un dibujo 4-4-2 en el que llamaba la atención la presencia de Kangin Lee en banda derecha. La pareja de ataque la formaron Maxi Gómez y Rodrigo Moreno. El uruguayo era la referencia, mientras que el hispano-brasileño disfrutó de mucha libertad para moverse por todo la zona ofensiva.
El planteamiento permitió a los locales hacerse con el dominio de la posesión, pero sin llegar a tener presencia clara en el área rival. Todo lo contrario que un Lille que aprovechó su escasa cuota de balón para asomarse a las inmediaciones de Jasper Cillessen para crear sensación de inquietud. En una jugada afortunada, un balón rebotado se convirtió en una asistencia para Osimhen, que no perdonó y firmó el 0-1.
Los problemas se acumularían para el Valencia CF y pocos minutos después de encajar el gol, se lesionó Cheryshev. Sin embargo, esta baja tuvo un impacto positivo porque provocó la salida de Ferran Torres, quien revolucionó el juego de ataque. Con el de Foios por la derecha, Kangin se fue a la izquierda y ambos comenzaron a poner balones al área. Así llegaron dos buenas ocasiones para Rodrigo, pero en ambos casos Maignan evitó el empate.
El todo por el todo en la segunda parte
Con 0-1 en el marcador y el Lille generando las mejores ocasiones, Celades decidió jugarse el todo por el todo en el segundo tiempo. La primera decisión fue dar entrada a su revulsivo habitual: Manu Vallejo. El andaluz, que debutaba en Champions, se situó en banda izquierda, intentando aportar más pegada.
Fiel a la tradición, Vallejo volvió a ser talismán. Con él sonó el toque de corneta y el Valencia CF se volcó en ataque. Tan sólo diez minutos después, los de Mestalla ya habían logrado el gol del empate gracias a un penalti transformado por Parejo.
Quedaban veinte minutos por delante para culminar la remontada y los locales no bajaron la intensidad. Continuaron intentándolo y obtuvieron el merecido premio para salvar una situación límite. En el 82 llegó el segundo gol con un centro de Gayà que la defensa del Lille desvió al fondo de su portería. En el 84 Kondogbia firmó el tercero para darle la puntilla al partido con un cañonazo desde la frontal y en el 89 Ferran logró el definitivo 4-1.