Otro ridículo histórico: Un mercado de fichajes marcado por los engaños y las mentiras
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Se consuma el esperpento, el Valencia CF no hace ningún fichaje
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Javi Gracia medita su dimisión tras no tener fichajes
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Así queda la plantilla del Valencia CF tras el mercado de fichajes
Ni los más escépticos y pesimistas podían pensar que el Valencia CF añadiría una página más a su relato de bochornosos capítulos de la manera en que lo hizo este lunes, en una jornada en la que el mercado de fichajes echó el cierre y el Valencia lo vivió desde la barrera y sin cerrar ninguna incorporación. La inacción de Peter Lim y sus secuaces volvió a confirmar un descalabro que sitúa a Meriton en la picota y al técnico Javi Gracia entre la espada y la pared. Desde la temporada 2002-03, cuando el Valencia CF venía de ser campeón, no se recordaba un verano así, sin fichajes.
La propiedad ha engañado y ninguneado al técnico navarro que medita su dimisión y se debate internamente entre su dignidad y su compromiso con su plantilla. Unos jugadores a los que muchos les tocará asumir un rol y una responsabilidad que debiera ser de no ser por las malas artes del máximo propietario Peter Lim y el presidente Anil Murthy, entre otros. Entre todos ellos han convertido al Valencia en una caricatura y en un hazmerreír.
Engaños, mentiras y falsas esperanzas
Los gestores del Valencia prometieron fichajes. En primer lugar al entrenador, al que a su llegada, dejaron claro que muchos jugadores saldrían pero en su lugar llegarían otros para conformar una plantilla competitiva. Mentiras. A la afición se le ha engatusado durante semanas con el compromiso y las garantías de la llegada de esos fichajes. Más mentiras. Incluso el consejero valenciano José Luis Zaragosí fue engañado para salir públicamente y asegurar que llegarían esos fichajes. Más mentiras y papelón indigno del consejero.
Entre tanto, Javi Gracia caía en la desesperación pero albergaba cierta esperanza, fundada en más mentiras de un presidente más dedicado a los placeres de la vida valenciana que a atender a las necesidades del equipo.
Con todo ello, se queda una plantilla de circunstancias. Muy debilitada por las salidas y plagada de carencias que ya no podrán ser subsanadas. Multitud de jugadores jóvenes sin experiencia y oficio para la crudeza de la élite y en posiciones básicas como el centro del campo y la defensa en las que la escasez de efectivos augura los peores presagios posibles.