Cinco años sin Cruyff, el mago que iluminó Orriols
Este miércoles 24 de marzo se cumplen cinco años de la temprana pérdida de Johan Cruyff, uno de los mejores jugadores de la historia cuyo paso por los terrenos de juego y posteriormente por los banquillos supuso un antes y un después en la forma de entender el deporte rey. El 'flaco holandés' fue el precursor de un elenco de jugadores que marcaron el camino que eliminaba las barreras entre el fútbol, el espectáculo y la magia. Su leyenda trasciende cualquier frontera por la grandeza de su fútbol, caracterizado por jugadas inimaginables y la gran cantidad de goles imposibles que le acompañaron a lo largo de toda su carrera. Además, los valores de los que hizo gala dentro y fuera del campo convirtieron a Johan en todo un referente, también como ideólogo y principal artífice de una forma de entender el fútbol nunca antes conocida.
Esta efeméride se produce tres semanas después de que se cumplieran 40 años de su debut con el Levante UD. El 1 de mayo de 1981, el astro holandés se estrenaba como granota ante el Palencia en Segunda División. Su fichaje se acometió con una vocación claramente económica. Se trataba de la operación de marketing más llamativa en la década de los 80 por parte de una entidad que se movía en el alambre de la inestabilidad económica.
Apenas fueron tres meses los que pasó Cruyff en las filas del Levante UD, pero fueron suficientes para ser una revolución entre los aficionados granotas. También en cada uno de los estadios visitantes en los que se presentó, poco acostumbrados a ver en directo a jugadores de tanto renombre.
El 23-F y su fichaje
El segundo mes de 1981 fue crucial tanto para la historia de España como para la del Levante UD. Y es que el 23-F, día en que los insurgentes del teniente coronel Tejero intentaron un golpe de Estado contra la democracia, los aficionados granotas vibraban con la posibilidad de que Cruyff jugase en Orriols. Lo contó tras su muerte el responsable del departamento de historia y patrimonio del club Emilio Nadal.
Aquel largo día, más en este caso para los levantinistas, las portadas de los periódicos amanecían con la incertidumbre de si el 'Flaco' ficharía finalmente por el club granota o si se marcharía al Leicester City inglés. El 27 de ese mes se supo que finalmente el astro holandés recalaría en el conjunto azulgrana.
Así las cosas, Cruyff disputó pocos partidos con el Levante, tan solo una decena en la que firmó un par de goles. Su llegada se produjo en un momento en el que ya estaba a vueltas de todo. Con 33 años, consiguió grandes privilegios y concesiones contractuales que no solo ahondaron en la crisis económica que arrastraba el club, sino que también desestabilizaron la convivencia en el vestuario.
El Levante UD pasó de aspirar al ascenso a LaLiga a quedarse en tierra de nadie a pesar de contar con el astro holandés. Sin embargo, el imaginario colectivo granota siempre colocará la corta etapa de Cruyff en el Levante entre las más destacadas de la historia centenaria del Levante.