"Aquello era una leonera": la historia de amor entre Marcelino y Longoria y cómo acabó en Mestalla

Marcelino García Toral y Pablo Longoria, junto a Mateu Alemany, fueron los artífices del último gran Valencia CF. La Copa del Rey del Centenario y las dos clasificaciones consecutivas a la UEFA Champions League hablan bien del gran trabajo que realizaron. La historia de amor entre los dos primeros se remonta al verano de 2006, cuando el técnico asturiano entrenaba al Recreativo, recién ascendido a LaLiga y Longoria tenía 20 años. "Habíamos logrado el ascenso el mayo anterior y lo conocí en esa pretemporada. Lo conocí con tres maletas llevas de DVDs. Estuvo en mi casa unos días. Por cierto, me la alborotó bastante. A partir de ahí, era una persona con un conocimiento de futbolistas prácticamente todos los días que a mí me sorprendió. Tenía una mente privilegiada", cuenta Marcelino. El nexo que les une: Eugenio Botas. Asturiano también como los otros dos, es el agente del entrenador y el que contrató a Longoria para su agencia.

Esta historia la han contado los propios protagonistas en el podcast de EFE sobre Pablo Longoria, Monsieur Le President. Longoria cuenta que el encuentro se produjo para "analizar un poco jugadores y ver cómo hacer el equipo" y acabó en una amistad que todavía perdura: "Aquello se transformó en que me quedé mes y medio en casa de Marcelino en Huelva. Yo con 20 años no había salido de casa, hijo único, era mi primera experiencia y me encontré en casa de un entrenador de Primera División".

Marcelino y Longoria: una convivencia "un poco desastre"

Era la primera experiencia fuera de casa de Longoria, tenía 20 años y Marcelino lo notó: "Todo lo que tiene de organización en cuanto a trabajo, era un poco desastre. Yo le reñía un poquito. Le decía que iba a llegar mi mujer y nos iba a echar la bronca". El ahora presidente del Olympique de Marsella lo admite:  "Marcelino me había dejado una habitación para que durmiese, pero las maletas estaban en cualquier parte de la casa. Había días que recuerdo que iba a la playa, volvía lleno de arena y había montañas de arena". Explica además cómo era la convivencia: "Eran dos hombres viviendo juntos, mi primera experiencia. Todos los días saliendo a cenar y todo el día viendo vídeos. Aquello era una leonera".

En lo que se refiere al fútbol, Longoria define a Marcelino como "perfeccionista" y dice que "dentro de esa perfección y capacidad de análisis que él tiene, quería más elementos para analizar jugadores". Asegura además que "hubo un feeling futbolístico y personal" que posteriormente les llevó a reencontrarse en el Valencia CF.