Cuatro nombres que marcarán el 2023: Gattuso, Layhoon, el Nou Mestalla y Kiat Lim
Es 1 de enero. La columna está escrita desde este sábado pero poco o nada cambia mi parecer. En lo personal se va un buen año, en lo profesional también, aunque me hubiera gustado que el Valencia CF y el Levante UD me hubieran dado algún sinsabor menos. Los optimistas, sin embargo, siempre vemos los malos momentos como el inicio del camino hacia los buenos y confío en que en 2023 las cosas vayan mejor deportivamente para todos. Yo, como Gattuso, si me preguntan que deseo siempre pido por salud para los todos, bienestar y que acaben las guerras pero, superada esta fase, me meto en harina y pido por lo que nos queda más cerca. El capítulo del Levante UD lo cierro pronto: Al 2023 le pido que suban, y cuanto antes, mejor.
En el del Valencia CF me extiendo algo más, y como hay mucho que pedir, lo divido por nombres propios. El primero, Gattuso, sin duda el hombre del año en 2022, el soplo de aire fresco deportivo y personal que ha llegado al club como una bendición. No me canso de decirlo: denle mimbres para que haga un buen cesto. La oportunidad de reverdecer viejos laureles es inmejorable con ese líder nato al frente. A poco que le den, el Valencia mejorará en LaLiga Santander, la Copa del Rey y optará de nuevo a Europa.
De eso se debe encargar Layhoon. La cara más amable de la singapuresa choca frontalmente con la de su predecesor, pero esto no va sólo de caras, va de gestión, de poner al Valencia en el lugar que le corresponde, de devolverlo a Europa con inversión, no sólo racionalización económica. No hay argumentos empresariales de peso para obligarle a Peter Lim a meter más dinero, pero sí hay argumentos morales más que de sobra para exigírselo. Quizá la presencia de Kiat Lim y su desembarco en nuestras vidas iniciado en 2022 y espero que completado en 2023 sirva de una vez por todas para hacerle entender que esto, además de un negocio, es ocio y sentimiento, mucho, mucho sentimiento de muchas miles de personas.
Tienen una ocasión inmejorable en 2023 para demostrar que esto va en serio y se llama Nuevo Estadio. En el año del Centenario de Mestalla quedaría muy "chill" -como diría mi hijo- desbloquear el asunto del campo. Sigo sin creerme que unos miles de asientos arriba o abajo y unas cuántas plazas de parking o un museo tumben la mejor oportunidad que se ha presentado en década y media para retomar las obras del campo.
Todo lo que rodea al estadio es especialmente sensible para el valencianista. Ha sido su casa durante cien años, es el campo más antiguo de Primera y muchos hemos derramado muchas lágrimas pensando sólo la posibilidad de que desaparezca. Nos sorbimos los mocos, apretamos los labios y asumimos el cambio en aras de una modernidad, una mejoría y una estabilidad económica, no por una agonía de 13 años de parón y ahora una guerra interminable entre el club y las instituciones y los políticos entre sí por pasar a cuchillo viejas deudas.y cuentas pendientes en aras de unos intereses que no son los del valencianista de a pie.
💫 Los deseos de #AñoNuevo del míster pic.twitter.com/t6rkJORPXA
— Valencia CF (@valenciacf) December 30, 2022
Sensible era también lo de las acciones para acudir a la Junta y en 2022 se enterró un muro, uno más, entre Meriton y los aficionados de a pie. Sin ellos, nada de esto tiene sentido, ni mi columna. ni el estadio, ni el Valencia, ni casi el 2023. Cuídenlos, ellos no además de accionistas minoritarios del club son propietarios de su corazón y este tiene que latir con más fuerza que nunca en los doce meses que ahora comienzan. Feliz año 2023. Ayúdennos a que así sea.
David Torres
Delegado de ElDesmarque en València