Cuando Ebert le regaló un punto a Arrasate
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Su opinión: "Era cuestión de tiempo que el Valladolid ganara"
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Su reto: "La ilusión numantina se juega en Zorrilla"
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Intensidad ofensiva: "Y el domingo en el José Zorrilla, goles"
Jagoba Arrasate visita este domingo el estadio José Zorrilla como líder técnico del Club Deportivo Numancia. El entrenador vasco quiere sumar una victoria y mejorar el resultado que consiguió en su única visita al templo vallisoletano como primer entrenador. El partido que la Real Sociedad disputó el 30 de octubre de 2013 es el único bagaje del mister vasco en un estadio como el blanquivioleta.
Aquella tarde de miércoles, los vascos pudieron perder un encuentro que parecían tener ganado. Una parada de Claudio Bravo a Patrick Ebert en los últimos minutos del partido salvó un empate que a los locales no les supo a nada. Una pena máxima lanzada por el jugador alemán pudo firmar una remontada épica que comenzó con los goles de Daniel Larsson y Javi Guerra. Sus tantos a poco más de 15 minutos para el final del encuentro pudieron tener recompensa en el tiempo de descuento, pero Patrick Ebert le 'regaló' un empate al actual entrenador del Numancia.
A remolque
Aquella temporada, el Real Valladolid de Juan Ignacio Martínez tuvo que vivir de las remontadas en una campaña en la que se sobrevivió con los empates. Las igualadas no fueron suficientes y el equipo terminó descendiendo por la pérdida de puntos como la que tuvo aquella noche. Esos puntos que Bravo detuvo en la pena máxima lastraron a un Pucela que, por aquel entonces, estaba golpeado por las lesiones. Tal fue la dureza física que Juan Ignacio Martínez hizo debutar a Zubi, jugador de la cantera y actual futbolista del Cacereño.
Actualmente, el Real Valladolid es diferente. Tiene un objetivo opuesto al de aquel año y busca lograrlo tras la llegada de grandes fichajes. Roger y Rennella, dos jugadores que Arrasate mencionaba en su previa del partido, son dos futbolistas importantes para Miguel Ángel Portugal, un preparador que posee una calidad en el vestuario que ya quisiera haber tenido el último técnico del Real Valladolid en Primera, aquel al que se enfrentó Jagoba Arrasate en su única visita al estadio José Zorrilla como primer entrenador.
