Monólogo sin premio

En una semana enfocada a la visita del líder CD Tenerife el próximo domingo, el Real Valladolid tenía otra parada este miércoles, también en el Nuevo Estadio José Zorrilla. Un tardío XLIV Trofeo Ciudad de Valladolid hacía acto de presencia con LaLiga 1|2|3 empezada y con varias novedades en el once de Luis César Sampedro. El técnico gallego, dejaba claras sus intenciones y alineaba once jugadores completamente diferentes a los que habían vencido en Sevilla.

 
Con Suly Marreh de central, el debut de Kiko Olivas a su lado en el eje de la zaga y Toni Villa en la banda derecha como notas más destacadas, el Pucela era el único que proponía en la primera mitad ante un conjunto portugués que apenas cruzaba la línea divisoria de ambos terrenos de juego. Desde el principio, los espectadores asistían a un monólogo blanquivioleta con los tres mediapuntas haciendo y deshaciendo a su antojo. La movilidad de Toni y sus buenas asociaciones con Míchel Herrero y Óscar Plano, e incluso el juego de espaldas de Asier Villalibre, ponían en jaque a la defensa del Paços Ferreira, que se veía totalmente desbordada. Sin embargo, los pucelanos no lograban perforar la meta rival. Plano desperdiciaba varias oportunidades, la más clara, en un zapatazo al palo tras un buen centro del murciano. El punta vasco tampoco estaba acertado y, con todo a favor, estrellaba el balón en el lateral de la portería tras regatear al cancerbero Rafael Defendi. El propio Toni disfrutaba de la última opción antes del descanso, con un disparo desviado a la media vuelta después de un taconazo de lujo de Míchel.
Tras el intermedio, Luis César decidía dosificar a uno de los mejores en el primer acto, Míchel, que dejaba su puesto a un David Mayoral ya recuperado de la lesión que apenas le impidió participar en pretemporada. Poco después, a la hora de juego, el entrenador cambiaba de arriba a abajo el equipo. Los titulares en Liga aparecían en escena, pero el juego era mucho más anodino. Ya no había tanta movilidad como en los primeros minutos. Pablo Hervías, el último en entrar al campo, no tardaba en unirse a sus compañeros y disponer de la más clara de los segundos 45 minutos en un disparo desde fuera del área que se marchaba demasiado alto. Los portugueses parecían estirarse algo más conforme se acercaba el final en un lanzamiento lejano de falta y un tiro de Pedrinho Barbosa que probaba a Isaac Becerra.
Con poco que llevarse a la boca de ahí al final, y sin remisión, el duelo se encaminó a los penaltis. Pedrinho, Luiz Phellype, Gian dos Santos, Diego Medeiros y Mateus da Silva anotaban para los lusos, mientras que Hervías, Jaime Mata, Luismi Sánchez y Nacho Martínez hacían lo propio por parte del Real Valladolid. Pero Ibán Salvador mandaba a la madera la última y definitiva pena máxima, lo que permitía al Paços llevarse un Trofeo Ciudad de Valladolid que los blanquivioleta no perdían desde la edición de 2013.