Cómoda clasificación

En el peor momento futbolístico de la temporada y en el tramo con el que más dudas ofensivas vive Sergio González desde que llegó al Nuevo Estadio José Zorrilla, el Real Valladolid viajaba a Tolosa para estrenar la Copa del Rey 2020 con un encuentro ante un equipo de Tercera división.

Sobre el papel, un trámite, pero en realidad un exigente duelo en el que ver a muchos jugadores 'nuevos' pero del que sacar pocas conclusiones. El rival, las muchas novedades de Sergio, la situación de muchos de estos jugadores pucelanos... El duelo tenía muchos condicionantes aunque se entendían como los lógicos teniendo en cuenta la diferencia de categoría de unos y de otros.

Esa enorme diferencia, sobre todo por la profesionalidad blanquivioleta, marcó todo el partido. El duelo estuvo siempre donde quiso un Real Valladolid que, ni mucho menos, llegó a apretar con fuerza ni a mostrar todo su potencial. Jugando a medio gas y asumiendo el duelo como un partido para repartir minutos, ver jugadores del filial, conocer algún fichaje veraniego y no correr riesgos, los de Sergio González tuvieron siempre el duelo controlado.

Ünal y el margen de error

Para no tener riesgos y vivir un duelo tranquilo, el gol de Enes Ünal ayudó mucho. El turco, en el tercer intento del duelo, adelantó al Real Valladolid. Con el segundo gol de la temporada para el '9', los blanquivioleta consiguieron dos objetivos: la tranquilidad y cerrar la sequía goleadora. Secando la pólvora tras 470 minutos, el Pucela consiguió tener un margen de error que sería suficiente para llevar a la práctica todos sus objetivos del partido.

Con el 0-1 en el marcador, el Real Valladolid bajó el ritmo de juego. Quiso reducir la intensidad para dormir el partido y esto sirvió para ver una mejor versión del Tolosa CF. Los de Ander Avellaneda parecieron dar un paso al frente pero siempre desde el análisis de la emoción por ver a un equipo de Tercera asustar a uno de Primera.

Con más ruido e ilusión que realidad, el duelo tuvo un cambio drástico en el minuto 57. Si el equipo vasco cerró la primera parte con cierta fuerza, éste fue el estilo que los tolosarras quisieron imprimir en el segundo acto. Adelantaron las líneas para intentar vivir más cerca del área de Andriy Lunin. La propuesta tenía riesgos y fueron estos los que mataron el partido en favor del Real Valladolid.

Con metros a la espalda de la defensa, el Real Valladolid pudo conectar ciertas transiciones y fue gracias a una de estas con la que Álvaro Aguado amplió las distancias e hizo daño a la ilusión del Tolosa CF para, después, cerrar el duelo.

Álvaro Aguado pide minutos

Con el 0-2, el Pucela se sintió más cómodo porque pese a que había más espacios en todas las parcelas del juego y aunque el rival no se mostraba muerto, el duelo seguía controlado y con mayor margen de error. La diferencia de dos goles se amplió poco después cuando Álvaro Aguado consiguió finalizar otra gran transición del equipo blanquivioleta.

Jugando a transiciones y potenciando las conducciones ofensivas, el Real Valladolid cerraba el partido en el minuto 65. A falta de casi media hora de juego, el centrocampista jienense anotó su segundo gol para dar por cerrada la clasificación de un Real Valladolid que no dejó la sensación de necesitar ir al 100% para conseguir una victoria que le diera el pase a la siguiente ronda y le reencontrase con el gol y la victoria tras un mes y medio de sequía y dudas.