¿Quién es, realmente, Lucas Olaza Catrofe?
La lesión de Raúl García Carnero y su consiguiente operación cambiaron los planes del Real Valladolid. El Club no valoraba un refuerzo para el lateral izquierdo pero la situación obligó a que desde el Estadio José Zorrilla se tuviera que mirar al mercado. Casi en el mismo tiempo en el que el Pucela entraba en el mercado, Lucas Olaza Catrofe (Montevideo, 21/07/1996) aparecía en él.
Uno de los tres jugadores más utilizados en la temporada por el RC Celta de Vigo llegaba al mercado por una operación compleja del club vigués y ofrecía una oportunidad que desde el Estadio José Zorrilla no se ha podido rechazar y sobre la que se ha hecho un gran esfuerzo. Tras una complicada operación, el jugador llega al mundo blanquivioleta hasta el final de la temporada.
Una importante inversión del club de Ronaldo Nazário genera que Sergio González vea reforzado su lateral izquierdo con un jugador que ofrece un salto de calidad al equipo pero, también, que cumple con el perfil que demandaba el preparador catalán para afrontar la segunda vuelta de la competición.
Cualidades muy completas
El futbolista de 26 años llega al Estadio José Zorrilla para reforzar el carril del '3' y hacerlo con unas credenciales concretas. Dominador del campo propio, Olaza es un jugador que sabe vivir cerca del área rival y que posee grandes atributos físicos y técnicos. Con pese en el balón parado, el uruguayo es un jugador capacitado para generar en ataque, tal y como ha demostrado en los 63 partidos de experiencia en LaLiga Santander.
Los dos años que ha vivido, divididos en tres temporadas en Vigo han confirmado qué tipo de jugador es el nuevo lateral del Real Valladolid pero mucho antes de llegar al primer equipo vigués, Olaza ya confirmó en Uruguay, Brasil y Argentina qué jugador firma el Pucela.
Esa personalidad tan intrínseca a jugadores uruguayos se cumple en el nuevo blanquivioleta, el mismo que en la temporada 2015/2016 ya conoció España al llegar cedido al filial de un Celta de Vigo en el que Javier Torres Gómez era su entrenador.
En aquella campaña comenzó la unión entre el jugador y el mundo vigués que tanto le ha costado romper al uruguayo en los últimos días. Vigo y el Celta son puntos capitales para un jugador que, de igual forma, ha dejado su recuerdo y poso en Brasil, Uruguay y Argentina. Comenzando por River Plate de Uruguay, la explosión del lateral zurdo fue rápida.
Debutando a los 16 años, el nuevo blanquivioleta firmó dos evolutivas temporadas antes de salir cedido a Brasil en abril de 2014. Esa fue su primera experiencia lejos de casa y la inmediatamente anterior a su primera llegada a Vigo. Los 24 paridos disputados con el filial gallego le abrieron puertas pero, sobre todo, le permitió su explosión.
Cambios y picos de rendimiento
Tomando fuerza en Uruguay y en las filas de Danubio FC, su llegada a Argentina, antes de que Boca Juniors apostara por él en la operación más ambiciosa de su carrera, fue a Club Atlético Talleres. 2.160 minutos de calidad, continuidad y progresión en el club de Córdoba abrieron las puertas de La Bombonera al nuevo blanquivioleta.
La suya con Boca Juniors no ha sido una gran unión. Pese a la ilusión por llegar a un club como éste, Olaza no terminó de enganchar en el club argentino y pidió salir a los pocos meses de su llegada. El devenir de su estancia en Boca parecía estar abocado a una suplencia de la que el Celta de Vigo le salvó.
Dos años en el primer equipo del Estadio de Balaídos en un total de tres temporadas han confirmado el potencial de un jugador que llega a Valladolid hecho y maduro pero, también, dolido. La salida que ha vivido en el equipo vigués le genera mucho dolor a un futbolista que toma una amplia vinculación con el Estadio José Zorrilla en un momento muy débil y complicado para el club pucelano.
