Roberto y la opinión del vestuario sobre la continuidad de Sergio

El portero del Real Valladolid Roberto Jiménez pasó por los micrófonos de El Larguero de la Cadena Ser este viernes, donde ha analizado la situación blanquivioleta, repasando varios temas de actualidad del conjunto pucelano. Entre ellos, el debate que hubo si era la decisión correcta destituir a Sergio González o no. Así lo ve: "Uno como jugador intenta dar lo que le piden y dar lo que hay dentro de sus capacidades. Hay decisiones que a uno no le toca asumir y nosotros, en este sentido, hemos respetado la decisión del club de mantener al entrenador".

"Llegados a este punto, todo es cuestionable y, si hubiera cambiado y seguía siendo igual de mal, diríamos que no había servido para nada. Y si le hubieran mantenido y todo iba bien, diríamos que había sido un acierto. Todos tenemos nuestro porcentaje de culpa y de responsabilidad y así asumimos lo que queda. Esperemos que todo acabe bien", añadió.

En este aspecto, quiso seguir explicando cómo ve él la continuidad del técnico: "Cuando las cosas van mal, uno siempre quiere cambiar cosas. No nos toca a los jugadores pensar en que el culpable podría ser el entrenador porque uno tiene que hacerlo muy bien para pensar que los demás están haciendo un trabajo insuficiente. Y los jugadores no podemos presumir de que hemos hecho todo a la perfección".

El estado anímico del equipo

Roberto ve a los suyos bien a pesar de los resultados y la situación clasificatoria.  "El vestuario está mejor de lo que ofrece. Es verdad que hay una fortaleza grande y con la esperanza de afrontar lo que queda. La situación no es buena y no podemos ir en contra de los números. Al igual que presumíamos hace unas semanas de que dependíamos de nosotros, la situación ya no está. Tenemos que hacer nuestro trabajo y esperar que los demás no hagan el suyo y eso lo hace todo más complicado", reconoció.

La calculadora

Tras varias semanas donde el guion de la película no era tan pesimista como el de ahora, la derrota (0-2) del Pucela ante el Villarreal CF lo complica todo aún más. El portero blanquivioleta afirma que casi se queda sin hojas de las cálculos que ha llevado a cabo. "No paro de echar cuentas, si fuera por papel, no habría papel. Lógicamente, es una situación en la que te pones a ver todo tipo de posibilidades y es inevitable. Al final, la felicidad nuestra y la de la gente dependerá de todo lo que ocurra en estos dos últimos partidos", comentó.

Además, sabe que las cuentas son más difíciles por los rivales a los que se enfrentan: "El calendario pone el panorama más complicado. Alguno de los equipos de abajo tienen un partido que se enfrentan a un equipo que no se juega nada demasiado llamativo y nosotros, en este caso, son partidos en los que se juegan muchas cosas por la otra parte de la clasificación y, lógicamente, pensamos que los partidos van a ser más duros".

Los resultados de la temporada

Los pucelanos llevan una vuelta entera sin ganar. Es decir, 19 partidos. El '13' lo achaca a la poca efectividad del equipo tanto a nivel defensivo como ofensivo. "Nosotros llevamos un recorrido malo, no estamos encarrilando los partidos de la manera que nos gustaría. Hay que centrarnos en eso porque si no, no valdría de nada la pena mirar a otros lados. En caso, de que la cosa esté yendo bien, siempre hay que poner un ojo en los demás, pero el foco tiene que estar en nosotros", explicó.

"Todos pensamos que no deberíamos estar dónde estamos. Ahora, nos empecinamos en qué pasará en el tramo final, pero la clave ha estado mucho antes. No hemos sido un equipo solvente y no hemos sido un equipo con una línea alta de rendimiento", añadió.

La tensión del momento actual

Roberto, además, reconoció la presión que está sufriendo el equipo por no haber sacado los resultados durante la temporada. "No se la deseo a nadie. He tenido la suerte de pelear por títulos y la desgracia de luchar por descensos y no es comparable. Entiendo la presión de los clubes por ganar LaLiga por las expectativas de sus clubes, pero un descenso se lleva por delante muchas cosas. Se lleva puestos de trabajo, la ilusión de la gente. Para muchas ciudades tener a un club en Primera División es un plus añadido", comentó.

La falta de público

El abonado ha tenido que vivir una temporada, como la anterior, tras el mes de marzo, atípica, ya que no ha podido animar al equipo en primera persona. Así ve el cancerbero este tema: "Es aplastante lo que hemos echado de menos a la afición. El otro día nos recibieron contra el Villarreal con cánticos, con bengalas y con banderas. Me emocioné. Se vive ahora de una forma excepcional y te emocionas. Creo que se pierde la salsa del fútbol, pero estamos en una situación con una pandemia mundial y sólo esperamos que los contagios vayan bajando lo más rápido posible".