2-0: Zorrilla sonríe con un Pucela que debe mejorar

En la normativa que ofreció esta semana el Real Valladolid para acceder, presenciar y salir del duelo ante el Real Zaragoza se confirmaba que el Estadio José Zorrilla estaría abierto durante casi siete horas horas. El objetivo para evitar aglomeraciones generaba que el feudo blanquivioleta estuviera abierto como nunca antes. 'Nueva normalidad', que se dice.

En ese tiempo de 390 minutos había un partido pero, sobre todo, un tema de conversación: Marcos André y su ausencia. El debate sobre el delantero brasileño ha generado muchas de las conversaciones y análisis del segundo encuentro de LaLiga SmartBank para el equipo de José Rojo, Pacheta. La visita de un histórico como es el equipo maño tenía más de una mirada en el '7' blanquivioleta.

Con un pie fuera del Estadio José Zorrilla tras la última ofensiva del Valencia CF, él era el protagonista del duelo, pese a no estar ni en la convocatoria. Sin creer que esta situación tuviera influencia en la preparación del duelo, pero sí en el transcurrir del partido, este segundo encuentro se recordará por las negociaciones y no tanto por lo visto en el terreno de juego pese a la victoria del Real Valladolid.

Pese al clima alrededor del jugador, los 90 minutos de juego dejan a la luz las realidades de formación y trabajo de cohesión en las que vive el Real Valladolid. Los de Pacheta, como en el empate (1-1) en Las Palmas, vivieron un duelo de altibajos y de un rendimiento irregular. En esta ocasión, el equipo se hizo con la victoria con goles de Javi Sánchez y Toni Villa y después de hacer una segunda parte en la que el control del juego fue la nota predominante y protagonista.

Una versión descontrolada

Con la ilusión de ver el Estadio José Zorrilla con 10.00 gargantas, el encuentro comenzaba con un Pucela que buscaba el dominio. Pacheta y los suyos quieren agradar y convencer a la afición y lo buscaron con insistencia en los primeros minutos pero se toparon con un Real Zaragoza que también quería protagonismo.

El inicio carecía de un dominador y, tampoco, control. Era un ida y vuelta en el que los blanquivioleta supieron sacar rédito goleador pero en el que nos mostraron las condiciones que se va a exigir a un proyecto de su envergadura y objetivo. Al Real Valladolid se le va a pedir más y mejor. En tiempos y formas.

Pese a que el cómo debe ser más contundente, el Real Valladolid tomaba ventaja gracias a un tanto de gran factura de Javi Sánchez en el minuto 17. Pese a ello, el encuentro no cambió su registros y si alguien tenía control era el conjunto de Juan Ignacio Martínez. Pasaban los minutos y los locales necesitaban el control del balón y del partido, algo que no consiguieron en los primeros 45 y que obligaba a Pacheta a tomar cartas en el asunto en el tiempo de descanso

Primera intervención de Pacheta

Pese al 1-0 del marcador, los primeros 45 minutos mostraban un Real Valladolid poco ajustado y con muchas dudas. La salida de Sekou Gassama para la entrada de Fede San Emeterio es la demostración clara de qué buscaba Pacheta y qué necesitaba el equipo tras los primeros 45 minutos.

La ventaja en el marcador no decía nada y los pucelanos debían cambiar sus registros, como hicieron tras el paso por vestuarios, la charla de Pacheta y el cambio de dibujo. Con Fede San Emeterio, el partido cambió. Los ajustes y los equilibrios del Real Zaragoza ya no eran tan dominadores sobre el terreno de juego porque el Real Valladolid ya no estaba roto. Estaba ordenado.

Los reajustes llevaban a que el equipo local estuviera más equilibrado y que pudiera controlar esa velocidad del Real Zaragoza que tanto señalaba Pacheta en la previa. Así, desde el marcador y el control del partido y de los tiempos del juego, el Real Valladolid controlaba el encuentro y conseguía no sufrir.

Dormido y sentenciado

Cambiando la dinámica del juego, el Real Valladolid consiguió vivir lejos del área de Roberto Jiménez y que las llegadas visitantes fueran en inferioridad. Sin miedos ni peligros, el encuentro transitaba hacia el final y fue en ese momento cuando Toni Villa ajustició el partido y confirmó la victoria. Su lucidez pero con tranquilidad, el Estadio José Zorrilla volvió a sonreír.

Con una versión evolutiva hacia el contro, el Real Valladolid suma una victoria en un día marcado por Marcos André. Desde primera hora del día, todo lo que englobaba al Real Valladolid hablaba sobre el '7' y no sobre el Real Zaragoza. En los próximos días, el brasileño seguirá siendo la portada del Club pero el duelo del Real Zaragoza pasará y lo hará como el recuerdo de la victoria y del regreso del público a Zorrilla.