El cuaderno de Pacheta

El 29 de noviembre de 2010, el Fútbol Club Barcelona se impuso (5-0) al Real Madrid en el primer encuentro de José Mourinho como entrenador blanco en el Camp Nou. El portugués, tras el duelo, sorprendió al asegurar que esa era una derrota "fácil" de digerir porque "todo" había salido mal.

El actual entrenador del AS Roma hizo de forma exterior una lectura sencilla, totalmente contraria, supongo, a la que hizo de cara al vestuario. En ese momento no quería crispar el ambiente, pero dejó un semblante de seguridad sorprendente. El golpe era alto pero él, con personalidad y la arrogancia que le caracterizaba en aquel momento, expuso lo que quería explicar.

Este domingo, tras la derrota (3-0) del Real Valladolid en Burgos, la sensación que me dejó José Rojo, Pacheta, fue diferente. A nivel personal y sólo personal, la imagen del burgalés en la sala de prensa del Estadio de El Plantío fue de estar superado y no tener respuestas. Esa sensación me dio el entrenador que mejor define todo lo que creo que necesita el Pucela esta temporada.

La confianza que tengo en el actual preparador pucelano es una y nada tiene que ver con la mala sensación que me dejó en esa sala de prensa. Tras el mal partido pucelano y su mala intervención en el juego, esperaba que el burgalés optara por sacar su cuaderno, aquél con el que va a todos las comparecencias y analizase el por qué del partido y del resultado.

Sin respuestas

Por sorpresa, y necesitando cierto tiempo para digerir ciertas preguntas, Pacheta no abrió su cuaderno. No lo usó cuando siempre lo hace. En todas sus comparecencias anota en él y se basa de sus apuntes para explicar lo que quiere contar. En esta ocasión, y tras su primera derrota como entrenador pucelano, el burgalés tragó saliva e hizo un discurso plano.

No es cuestión de decirle a un entrenador profesional qué es lo que debe hacer. Es, más bien, pedir a un preparador que cumpla con aquéllo que ha prometido. Pacheta confirmó ser sincero cuando el equipo hiciera una "de indios" pero tras ver la mayor expresión de una humillación futbolística, el burgalés dudó en la sala de prensa para no decir nada.

Tras ver infinidad de comparecencias de Pacheta desde su llegada al Elche CF, nunca le había visto sin respuestas ni argumentos ni, tampoco, sin usar su cuaderno. Por ello, y porque siempre es un entrenador que cumple con su palabra, hay diferentes detalles que me hacen pensar que en Burgos ocurrió algo más que, entre otros aspectos, generó que saliera al terreno de juego en el tiempo de descanso.

El tiempo o las filtraciones desde el vestuario dirán si hubo algo más o sólo fue un desastroso partido futbolístico del Real Valladolid en el que su entrenador no tuvo respuestas ni durante ni después de los 90 minutos.