3-0: Tres puntos más y una batalla menos

Los compromisos internacionales generan un problema para el actual Real Valladolid y, sobre todo, para José Rojo, Pacheta. El entrenador burgalés lleva toda la temporada analizando las carencias futbolísticas que genera la pérdida de jugadores internacionales y, en esta ocasión y de cara para la decimosexta jornada de LaLiga SmartBank, no ha sido menos.

Sin Shon Weissman, Gonzalo Plata, Jawad El Yamiq y Saidy Janko, el Pucela pierde potencial y lo hace en todas las líneas. Por ello, la visita del Club de Fútbol Fuenlabrada al Estadio José Zorrilla era analizada por la oportunidad para jugadores que llegaban al duelo en un rol secundario.

Cristo González, Javi Sánchez, Toni Villa... Era muchos los activos que tenían una gran opción en este duelo y que la vivirían en un encuentro que probaba la confirmación del equipo. Tras la derrota (4-1) en Bilbao y la victoria (3-1) ante el Club Deportivo Mirandés hay un equilibrio y es lo que buscaba el equipo desde la previa.

Así, y tras los 90 minutos de juego, el Real Valladolid está de enhorabuena. Lo está porque los pucelanos ganaron y porque consiguieron mostrar cierta seguridad en facetas ofensivas. Anotar tres goles siempre es determinante y elogiable y los blanquivioleta lo hicieron en un duelo exigente y equilibrado por momentos en el que los de Pacheta fueron solventes y convincentes en aspectos de contundencia, pero no de juego.

Propuesta equilibrada

Tras el mazazo de Lezama, lo más elogiable que hizo el Real Valladolid en el encuentro ante el CD Mirandés fue el inicio del duelo. La primera media hora habla de una fuerte personalidad y carisma del equipo. Los pucelanos supieron superar su situación con confianza, algo que se demandaba también en esta ocasión.

Pese a las bajas, las titularidades de Cristo González, Toni Villa o Javi Sánchez, entre otros, obligaba al equipo a atacar este partido como una gran oportunidad. Así, el inicio del encuentro dejaba una sensación gratificante pero no ilusionante y es ésta la que se alargó durante grandes fases del duelo y no sería hasta el tramo final cuando el Real Valladolid mostró su teórica superioridad de potencial y cualidades.

El Real Valladolid estaba exigido. Pese a las bajas, la necesidad era suya. Sin mirar al rival, los pucelanos debían demostrar y lo hicieron sólo desde las individualidades. Un gran regreso de Rubén Alcaraz, una acertada versión de Sergio León y una recuperada versión de Toni Villa u Oscar Plano generaban cierta seguridad en un grupo que no tuvo el duelo dominado hasta los instantes finales.

Sin ese control ni seguridad, el duelo estuvo igualado en todo momento. La mayor muestra de calidad del Real Valladolid hacía decantar la balanza hacia un lado pero sin la confianza del marcador, todo estaba en el aire. Así, los primeros 45 minutos se definían por la confirmación de seguridad de Sergio León como delantero.

El '7' tomaba protagonismo. Sin Shon Weissman, el cordobés asumía protagonismo y lo hacia con suficiencia anotadora pero no desde el control del duelo. Pese al segundo gol de la temporada del ex del Levante UD o del Real Betis, el encuentro generaba inseguridad. El juego no estaba controlado.

Dudas y goles

Con todo, el Real Valladolid llegaba al descanso con necesidad de tomar aire. El partido se hacía largo a los pucelanos y a su propuesta. Sin seguridad ni convencimiento, los vallisoletanos demandaban confianza pero la segunda parte se reanudaba lejos de los condicionantes que demandaba 'su' partido y desde ellos se llegó al tramo final.

Sin opción de tener controlado el duelo ni el juego, el partido se equilibraba y el CF Fuenlabrada tomaba protagonismo en la sensación de peligro. Sin grandes ocasiones de los de José Luis Oltra, el encuentro se movía por registros de inseguridad y dudas pucelanas que sólo apaciguaron los goles.

Los tantos de Cristo González, primero, y Óscar Plano, después, cerraron un duelo resultadista en el que el Real Valladolid se queda con que sumó tres puntos pero con los que no consigue generar convencimiento. Lejos de mostrar credibilidad, el Real Valladolid se queda con la idea de que resta un duelo a su calendario y que lo hace con tres puntos.

Alejados de grandes alardes en el juego ni en la creación de ocasiones, el duelo se cerraba pero lo hacía con la octava victoria de la temporada en el bolsillo. Éste es el resumen del Real Valladolid de esta nueva jornada. No es poco pero quizás no es suficiente para los más de 25 partidos que quedan en el horizonte.