Mouriño: "Jamás compraré las acciones de Placente"

Uno de los temas que más ha llamado la atención durante la comparecencia de este martes del presidente del Celta, Carlos Mouriño, ha sido su insistencia en que realizar una ampliación de capital no tiene relación con una posible venta del club. Hacía hincapié en que si él ya tiene la mayoría de las acciones de la institución celeste, no necesita ampliar el capital para obtener beneficios y que todas las ventajas serían para el club y no para él personalmente.

 
Mouriño se reía de una pregunta en concreto sobre qué beneficios obtenía de la ampliación de capital que había solicitado: "¿Para qué quiero más capital? Yo tengo el control de las acciones, no quiero más". Insistía en que "la ampliación se pidió para que el Celta obtuviera beneficio, no para obtenerlo yo, que ya tengo el control del club", incidiendo en que "no tiene nada que ver la ampliación de capital con la venta del club".
Además, el propietario del club vigués hacía especial hincapié en que "ni el presidente ni una empresa del presidente comprará jamás las acciones de Placente", respecto a los rumores que apuntaban a una oferta del exjugador argentino de vender su parte accionarial a la actual directiva. Placente, junto a Baiano, Contrera y Sales (otros exjugadores celestes), posee alrededor del 11% del club, una cifra superior a la que tiene la familia Barros, cuya cabeza visible es el vicepresidente del Celta, Ricardo Barros.
El argentino llegó incluso a decir, tras negarse en rotundo a vender sus acciones, que prefiere "llevarse sus acciones a la tumba que vendérselas a esta gente", refiriéndose a Mouriño y su directiva. Placente tiene, a través de la sociedad fiduciaria Play International, 40.000 acciones del club. La negativa del presidente a comprar las acciones del argentino, de quien se rumoreaba que había hecho una propuesta, vienen motivadas por la mala relación existente entre este y la presente cúpula directiva del Celta. 
Por otro lado, Carlos Mouriño recordaba que: "Conseguí que hiciesen la reforma en Balaídos y conseguí que nos concedieran la sede. ¿A partir de ahí me cruzo de brazos? Eso no me motiva. Para mí es un tremendo orgullo haber sacado dos empresas de la ruina en Vigo". 
El presidente del Celta posee cerca del 65% de las acciones de la institución olívica, aunque no todas las acciones están a su nombre. Pero, como él mismo ha indicado, son suyas y "las cambiaré de titularidad cuando quiera". "No tenemos obligación de cambiar acciones, pero las cambiamos todos los días: bien por fallecimiento, bien por cualquier otro asunto. Pero estos movimientos sólo hay que comunicarlos si se compra más del 5%", reseñaba el propietario celeste.