Estrellados ante el muro y la suerte perica

El fútbol a veces es justo y premia al que se lo ha ganado en el campo, pero esa historia no sucedió en Balaídos donde los de Unzué hicieron todo para ganar, para golear al Espanyol. Un equipo rácano y con suerte, porque aparte de las paradas de Diego López no hizo nada más para llevarse un punto de Vigo. El Celta deberá esperar otra ocasión para encadenar dos victorias seguidas como local, Europa se aleja, de momento.

 
Acertó Juan Carlos Unzué cuando aseguró que el Espanyol iba a encerrarse en su campo. Quique Sánchez Flores dispuso dos líneas de cuatro muy juntas y cedió la pelota por completo al Celta, Hugo Mallo y Jonny ejercían de extremos frente al autobús perico y los vigueses buscaron desde los primeros minutos la forma de perforar la red defensiva tejida por el técnico blanquiazul.
Le salió bien la estrategia al Espanyol, sin que hubiesen dado más de 20 pases en los primeros diez minutos se encontraron una contra que permitió a Leo Baptistao plantarse sólo delante de Rubén para batir al mosense con un disparo cruzado. Si el planteamiento inicial del Espanyol era claro, con el tanto del brasileño el partido se iba a convertir en una batalla larga y tediosa para derribar el muro barcelonés.
El tanto enfrió los ánimos del Celta, que ya no llegaba con tanta fluidez a la meta de Diego López a pesar de que seguía gozando de la posesión de la pelota. A partir de la línea de tres cuartos las ideas no eran acertadas y los pericos se mantenían firmes en su planteamiento de esperar un error local con el que buscar el segundo tanto. 

La primera gran ocasión

Aspas, pasados los primeros veinte minutos lanzó un medido pase a Pione Sisto, el danés, con el tacón dirigió el esférico, ya dentro del área, a Daniel Wass, que buscó a un Maxi Gómez que no llegó por centímetros a la pelota. Esta acción despertaba a un Celta que se había contagiado, tras el gol de Baptistao, del gélido ambiente de Vigo y Balaídos.
En el 25 Maxi perdonó el empate, la conexión 'vikinga' de Sisto y Wass habilitaron un perfecto centro al corazón del área perica donde esperaba la testa del uruguayo, pero su cabezazo  se fue directo a las manos de Diego López. Apretaban los de Unzué, Pione Sisto lanzaba, tras un gran regate sobre Navarro, un medido centro que sacó la zaga visitante cuando Maxi se aprestaba a batir al meta gallego con otro testarazo.

Maxi perdona una, no dos

Llegó el empate, y llegó de la misma manera en la que lo estaba intentando el Celta, con centros a la cabeza de Maxi, el mejor rematador de LaLiga Santander. Aspas, en el costado diestro retrasó el esférico para un Hugo Mallo que puso un centro al segundo palo, donde, esta vez sí, la testa del 'Toro de Paysandú' conectó con una pelota que fue directa a las mallas de Diego López. El Celta ponía las tablas en el minuto 31.
El encuentro llegó con empate al descanso a pesar de que los celestes gozaron de más oportunidades, especialmente en otro remate de Maxi, esta vez con el pie tras una contra lanzada por Aspas que tenía en mejor posición a Daniel Wass. Su pase, aunque cortó, sirvió para que el ariete uruguayo buscase el segundo palo de un atento Diego López.
Nada cambio en la reanudación, el esférico para el Celta, el Espanyol guardado su meta muy replegado y los de Unzué peleando por volver a abrir la lata. En el 54 una mala salida de Diego López le costó la amarilla tras traspasar su área con el balón en la manos.
Wass, en el libre directo, puso la pelota en el área pequeña donde Sergi Gómez estuvo cerca de anotar el 2-1. Minutos después se llevó una de las ovaciones de la tarde tras ganar una explosiva carrera a Gerard Moreno, donde mostró toda su potencia física.

Otra para Maxi

Atacaba el Celta, de nuevo por banda derecha, y Maxi Gómez volvía a disponer de otro cabezazo para marcar. El delantero marcó los tiempos a la perfección, su remate pegado al palo de Diego López encontró la respuesta del veterano arquero. Su despeje acabó en las botas de Aspas y luego de Maxi, que no tuvieron fortuna para adelantar a un equipo que se estaba mereciendo el gol.
En el 66, un par de minutos después, fue Mallo el que remató con virulencia para impactar la pelota en la espalda de un zaguero perico. Apretaban y mucho los de Unzué, encerrando en el área a los de Sánchez Flores.

Monólogo celeste

El encuentro sólo tenía color celeste, la posesión superaba el 72%, 16 disparos vigueses por 2 barceloneses y un cuarto de hora por jugar. El Celta, a pesar de su buen juego, se estaba partiendo la cara ante un muro, tan rácano como efectivo ya que si no era su defensa, era Diego López el que impedía el gol. 
Los de Sánchez Flores recordarán este partido, tendrán pesadillas con un jugador, con Maxi Gómez. 'Uruguayo, uruguayo' cantaba Balaídos por el tanto llegó, en el 80, un remate a la media vuelta del 'Toro' que toca lo justo en un defensa del Espanyol para engañar a Diego López. La jugada de Emre Mor para servir el tanto, es exquisita.
El karma, los méritos, las ganas, el empuje hacían justicia a lo que pasaba sobre el césped de Balaídos. El Celta se ponía por delante y culminaba una ardua remontada gracias al acierto de la gran revelación de la temporada en España, que sumaba su décimo tercer gol en 23 partidos.

Injusto premio

No era el día para el Celta, el Espanyol no presentó ni un solo argumento para sacar algo de Balaídos pero Gerard Moreno, en el 86, sacó un zapatazo de la nada para batir a Rubén Blanco. Empataban los pericos sin merecérselo y enmudecía un Balaídos estupefacto.
Unzué quemaba su última nave dando entrada a Boyé por Mallo pero fue Lobotka, con una carrera de 50 metros quien estuvo a punto de marcar el 3-2, el eslovaco llegó extenuado al área rival y no pudo rematar. Los pericos perdían todo el tiempo posible y González González amonestaba a Maxi por simular un penalti. No hubo tiempo para más, el Celta se dejó dos puntos vitales para seguir la estela de Éibar y Sevilla y sigue sin encadenar dos victorias consecutivas en Balaídos.

 

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