José Enrique: "Lo primero en lo que pensé es que iba a morir"
José Enrique, exjugador del Celta, sigue en su particular batalla contra el cáncer que le detectaron hace ya más de un año. El exfutbolista está pendiente de una resonancia programada para el mes de abril sabiendo que "tendré chequeos para el resto de mi vida". En un primer momento, el que fuera jugador del conjunto vigués confesó que cuando le dijeron que tenía era "un tumor maligno lo primero en lo que pensé es que iba morir".
En una entrevista al Diario The Times José Enrique hizo un extenso repaso a todo lo que le ha sucedido en los últimos meses, desde el momento en el que se empezó a encontrar mal. "Las luces me molestaban en los ojos. Mi hermano dijo que serían migrañas. Intenté dormir aquella noche pero mi cabeza retumbaba. Llamé al doctor del hotel y me dio unas pastillas para ayudarme a dormir y me dijo que me haría unas pruebas por la mañana si me encontraba peor", recordó.
"Cuando me levanté no podía ver como es debido con mi ojo izquierdo. Le dije a mi hermano que estaba asustado y que tenía que ir al hospital. Amy (su novia), iba a venir a Londres para hacer un viaje a Disneyland. En lugar de eso nos encontró yendo al hospital para hacerme más escáneres".
José Enrique: "Cuando eres futbolista piensas que eres invencible porque estás en forma pero cuando te pasa algo así te asustas"
José Enrique explica que me "dijeron que tenía un cordoma, un tipo de tumor muy inusual que se desarrolla en el cráneo y en la columna", un tipo de cáncer que sólo desarrolla una persona de cada millón, y que lo tenía detrás del ojo "desde que era joven y que estaba empezando a crecer. Presionaba el nervio y por eso no podía ver"
En ese mismo momento "me dijeron que tenía que operarme porque cuanto más tiempo estuviese ahí más daño causaría". El valenciano se confiesa: "Cuando eres futbolista piensas que eres invencible porque estás en forma pero cuando te pasa algo así te asustas".
"Me dijeron que después de la operación me harían radioterapia, quimioterapia y terapia de protones. Amy también estaba muy asustada pero me ayudó a pensar que tenía que ir a por ello y pelear. Otras personas no tienen tanta suerte", reconoció un José Enrique que en los últimos meses se estuvo tratando en el prestigioso Instituto Curie de París con una revolucionaria terapia de protones.
Tras la operación el exceleste reconoce que "estuve muy débil, pero intentaba ser positivo. José Enrique cree que esto "me preparó para lo que me ocurrió el último año" revelando que "me pareció más fácil aceptar esto que el final de mi carrera futbolística", marcada por las lesiones y el infortunio.
Tras este tratamiento José Enrique espera su próxima revisión, será este mes de abril, cuando se someta a una nueva resonancia magnética: "Quieren asegurarse de que funcionó y tendré chequeos hasta el resto de mi vida", concluyó el exjugador del Celta.