Iago Aspas le regaló a Escribá al menos dos semanas para seguir modelando al Celta
El primer gol de Iago Aspas esta temporada, ante el Athletic Club, ha llegado en el momento más crítico de este incipiente curso del que se ha disputado casi un cuarto de competición. El Celta de Vigo arrancaba su partido en puestos de descenso, una derrota o un empate hubiesen colocado al equipo y a Fran Escribá en una situación realmente incómoda, dos semanas de parón de selecciones en puestos de descenso. Este gol le ha regalado al técnico valenciano dos semanas para seguir puliendo a un Celta que según sus palabras "necesita mejorar en todos los aspectos".
El equipo, que perderá a algunos de sus jugadores citados por sus selecciones, entrenará de lunes a viernes en A Madroa antes de ganarse un fin de semana de descanso. Fran Escribá, que deberá buscar la fórmula para que el Celta genere más ocasiones y marque más goles no podrá contar estos días con Néstor Araujo, Stanislav Lobotka, Okay Yokuslu y Fran Beltrán, siendo la línea de creación la que más ausencias acumula ya que en Vigo solo se queda Pape Cheikh.
El Celta, con el tanto de Aspas, solo suma cinco goles a favor este curso tras la disputa de ocho jornadas. Esto coloca a los vigueses como el tercer peor realizador de LaLiga Santander por detrás de RCD Espanyol y CD Leganés, que han marcado cuatro goles en lo que va de curso.
De hecho, a pesar de haber mejorado ante el Athletic Club, el Celta sigue siendo el equipo de las cinco grandes ligas -España, Inglaterra, Alemania, Francia e Italia- que menos disparos hace por partido. Actualmente son 7,5 por encuentro una cifra sensiblemente superior a los 6,7 con los que había terminado en la séptima jornada.
Fran Escribá tiene mucho trabajo por delante, aunque su mensaje siempre ha sido positivo, asegurando que "hicimos cosas buenas en estos siete partidos. Mejor de lo que se ha dicho". El equipo ha mejorado sus prestaciones defensivas, pero debe encontrar el camino del gol si aspira a pelear por algo importante este curso y, en el plano individual del entrenador, dejar de ser cuestionado por una parte de la directiva que nunca ha confiado en él desde el mismo día que plasmó su renovación.