Desde Belgrado y Rostov, hacia Vigo con amor
Las nuevas generaciones de aficionados del Celta de Vigo habrán escuchado en muchas ocasiones hablar de antiguos jugadores, de viejas glorias, unos con más años en el club y otros con menos. Pero por algo han dejado huella. En esta ocasión, un partido amistoso entre el Rostov y el Partizán de Belgrado sirvió para ver juntos, en banquillos diferentes, a dos exjugadores celestes que, por circunstancias del fútbol, no llegaron a coincidir en el equipo vigués.
Se trata de Valeri Karpin y Savo Milosevic. Ambos dirigen en la actualidad al Rostov y al Partizán y el pasado martes se vieron las caras en un partido amistoso que se decantó a favor del equipo ruso por un gol a tres. No compartieron vestuario en Balaídos, pero los dos saben a la perfección el sentimiento tan profundo que mantiene la afición celeste por su equipo.
Durante el partido, ambos tuvieron la oportunidad de inmortalizar el momento, una imagen de la cual se hizo eco el Celta a través de sus redes sociales, apelando a jugadores históricos que han pasado por la entidad viguesa.
Karpin lo hizo durante cinco temporadas -concretamente entre 1997 y 2002, erigiéndose como una de las grandes piezas de aquella época. Con la camiseta celeste llegó a una final de la Copa del Rey y conquistó la extinta Intertoto del año 2000.
Milosevic llevó un año más tarde, en 2003, justo cuando Karpin partió con destino a la Real Sociedad. Sólo estuvo un año y, pese al buen fútbol que practicó, la temporada concluyó con el descenso de categoría.
Cada uno tuvo su historia en el Celta y con una imagen como la que compartieron desde sus respectivos banquillos, los aficionados del Celta tienen la oportunidad de rememorar momentos históricos del club de sus amores.