El legado que le deja a Cañizares su hijo fallecido: "Debía ser más humilde"
Los niños con cáncer "no necesitan milagros, necesitan investigación", afirmaba este lunes Santi Cañizares. Con motivo del Día mundial contra el Cáncer Infantil, el que fuera guardameta del Celta de Vigo ofrecía una charla sobre cómo ha afrontado la enfermedad y muerte de su hijo a causa de la misma, lo que "puso a prueba mi fe y mis prioridades".
"Sé lo que mi hijo padeció, sufrió, luchó y cuando pienso en él me pregunto: ¿me voy a quejar de que está lloviendo hoy?", reconocía contundentemente Cañizares en el acto organizado por la Fundación para la Investigación del Cáncer Infantil 'El sueño de Vicky'.
"Santi -su hijo- enfermó, al mes siguiente entró en coma por un derrame cerebral y le operaron de emergencia. Cuando esperábamos el diagnóstico, el cirujano nos dijo que su cerebro estaba absolutamente afectado por el cáncer", añadía el exguardameta madrileño, que defendió la portería del Celta en un total de 82 partidos entre 1992 y 1994.
Para el exguardameta, el legado de su hijo se resume en no quejarse por cosas sin importancia: "Dios me había mandado un hijo suyo en el vientre de mi mujer con dos hijas más y me lo había prestado un tiempo para que me diera cuenta que debía ser más humilde, más generoso, mejor persona y trasladar este mensaje", finalizaba Cañizares en su aparición en la Universidad San Pablo CEU.
La presidenta de 'El sueño de Vicky', Laura García, destacaba que cada año se registran 1.500 casos de cáncer infantil en España y es la primera causa de muerte en menores de dos a 16 años, de los cuales uno de cada tres fallece. A su entender, es algo que "no se puede predecir, es muy difícil encontrar un diagnóstico y tratarlo con medicamentos de adultos. Es una enfermedad rara y no hay presupuesto público porque hay que dividir ese dinero entre siete mil enfermedades raras ya existentes".
