Aspas (20')
Rafinha (40')
Rafinha (41')
Nolito (78')
Santi Mina (86')
Una goleada de escándalo que cura miedos y espantos
El Celta de Vigo se quitó, en 45 minutos, todos sus males, espantos y angustias. Los vigueses golearon sin piedad al Deportivo Alavés para poner distancia con el descenso y recordar que son un equipo con calidad, con gol y que no debería estar inmerso en esta agónica lucha por mantener la categoría. Todo en un día donde Nolito redebutaba con el Celta marcando, además, el quinto.
Apretando, así salió al partido un Celta que en el minuto 2 dispuso del primer disparo, ligeramente fuera de Okay, que quedaba invalidado por fuera de juego de Smolov. El ruso, dos minutos después, probaba fortuna con un remate que impactaba en Javi López y Aspas, en el 6' mandaba un peligroso centro al área pequeña tras zafarse de su par.
Murillo abre la lata
No cejaba el Celta en sus mejores minutos desde el parón, con las líneas muy adelantadas iba encerrando al Alavés que concedía su primer saque de esquina en el minuto 11. Ese córner, con una pelea entre Laguardia y Murillo era el anticipo del gol celeste. Tras el rechace de la zaga vitoriana, Denis Suárez cogió el balón en banda derecha y trazó un maravilloso centro que cabecea, de forma magistral, Murillo para adelantar al Celta en el 13'.
Lanzado por el gol de Murillo prosiguió el acoso celeste y en otra jugada a balón parado Fejsa cortaba el balón con la mano tras remate de Okay. El colegiado señalaba un penalti que confirmaba el VAR y Aspas, esta vez sí, batía a Roberto para poner el 2-0 en el minuto 19. No quería parar el Celta que en el 23' casi marca el tercero tras un despiste de la defensa visitante que casi aprovecha Smolov.
El Alavés, con 10
En una media hora de locura, donde todo le salia de cara al Celta, Martín Aguirregabiria llegaba muy tarde a un balón dividido y realizaba una durísima entrada sobre Rafinha en la que el árbitro le mostraba la roja directa. El lateral diestro era consciente de su acción y pedía perdón a Rafinha por la dureza con la que se empleó aunque sin ningún tipo de mala intención.
No había llegado el reloj al minuto 30 y el Celta tenía casi cerrado el partido con 2-0 y un hombre más. Okay tuvo el tercero en sus botas con un potente y ajustado disparo pegado a la cepa del poste, pero Roberto se mostró muy atento y sacó lo que iba a ser el tercer tanto celeste antes de la parada por hidratación.
El show de Rafinha
Smolov se llevaba las manos a la cabeza tras el paradón de Roberto, en la misma línea de gol, al disparo del ruso a un metro de la meta babazorra. Lo que Smolov no era capaz de anotar sí lo iba a lograr Rafinha en unos minutos de locura donde el hispano brasileño protagonizaba dos golazos. El primero dibujando una maravillosa parábola al segundo palo desde la banda derecha que quitaba las telarañas de la escuadra de la meta vitoriana.
En el segundo se aprovechaba de un centro atrás de Olaza mal despejado por la defensa visitante para rematar de primeras al palo largo, haciendo imposible la estirada de Roberto en el minuto 41. Roberto evitó la manita en la primera mitad sacando un disparo a la escuadra de Denis. El Celta se iba al descanso con un contundente 4-0 y con un hombre más.
Una segunda mitad plácida
Óscar no quería que nada raro sucediese en la segunda mitad y quitaba a Okay Yokuslu, con amarilla, y Rafinha, al que quería proteger tras ser titular en los tres últimos encuentros. Nolito entraba el campo y empezaba su show con un taconazo a Aspas que la dejaba a Denis atrás. Su disparo impactaba en la defensa evitando el 5-0 en el 47'.
El Celta dominaba y dejaba pasar los minutos mientras que el Garitano retiraba a Lucas Pérez y Joselu dejando a su equipo sin colmillos. Solo quedaba esperar a ver si llegaban más goles en el re debut de Nolito con la camiseta del Celta para redondear la mañana más tranquila del Celta en este 2020.
Susto de Murillo
La peor noticia del encuentro llegaba cuando Murillo pedía, por unas molestias físicas, el cambio por Aidoo. El cafetero puede ser baja este miércoles ante la Real Sociedad a la espera de que los servicios médicos determinen el alcance de sus problemas musculares tras haberle aplicado una bolsa de hielo en el aductor de su pierna derecha.
Nolito se estraba con gol y asistencia
El quinto tenía que llegar y Nolito era el encargado de transformar un penalti sobre Kevin en el 77'. El gaditano engañaba a Roberto redondeando un regreso en una sobremesa mágica en la que el Celta se liberó de sus miedos y angustias.
Nolito aún quería escribir una página más en su regreso y asistía a Mina para meter el sexto de un día mágico en el que todo salía más que perfecto para un Celta que, ahora sí, pone algo de distancia con los puestos de descenso.