El Celta arranca un valioso empate en un correoso duelo ante el Getafe
No hubo quinta victoria, Víctor Fernández puede respirar tranquilo ya que su racha de cinco triunfos consecutivos seguirá vigente. El Celta de Vigo empató ante un correoso y duro Getafe CF en el Coliseum Alfonso Pérez gracias a un tanto de Aspas desde el punto de penalti. El moañés hacía buena la internada de Olaza, derribado por el autor del gol azulón, Damián Suárez. Los porteros asistieron al duelo como meros convidados de piedra ya las ocasiones de gol brillaron por su ausencia a lo largo de unos exigentes 90 minutos.
El Chacho Coudet apostaba de inicio por dar entrada a Miguel Baeza por Fran Beltrán, un solo cambio en el once pero con una profunda restructuración en la colocación de las piezas sobre el campo. Brais Méndez dejaba la delantera para colocarse de volante diestro, Baeza era el centrocampista zurdo y Nolito adelantaba su posición para ejercer de falso '9' con Aspas. Variantes con las que los vigueses se enfrentaban al siempre complicado Getafe que siempre se le ha resistido a Iago Aspas.
La estadística reafirmaba lo que se estaba viendo sobre el césped del Coliseum, ambos equipos paraban al rival con constantes faltas. Getafe y Celta son los dos conjuntos que más faltas realizan por partido en toda Europa, sin ritmo y sin aproximaciones claras el encuentro se rompía con una genialidad de Damián Suárez. El lateral zurdo uruguayo se deshacía de Denis Suárez con un caño y desde el lateral de la frontal reventaba el balón para colocarlo en la escuadra derecha de Rubén Blanco. El mosense nada pudo hacer ante la genialidad del defensor charrúa que ponía por delante al Getafe antes del minuto 10.
Aspas rompe su gafe
El defensa del Getafe volvía a ser protagonista, en este caso de forma negativa para su equipo, ya que cometía un penalti sobre Lucas Olaza. El lateral zancadilleaba a su compatriota al borde del área y González Fuertes señalaba la pena máxima. Aspas era el encargado de lograr el empate ante un Yáñez que adivinó la trayectoria del balón y que rozó el esférico con sus guantes. Aspas rompía su maldición ante el Getafe, al que no le había marcado en los 11 duelos precedentes, y lograba el empate en el minuto 17.
La igualada no cambia el guion establecido previamente. Al Celta le costaba progresar por dentro, donde Bordalás acumulaba muchos hombres, y no tenía suficiente velocidad por bandas para sorprender a un Getafe que se encontraba más cómodo sobre el campo desplegando un fútbol de choque y velocidad.
Los minutos pasaban sin que ninguno de los dos contendientes fuese capaz de dominar el partido. Al Celta le tocaba correr mucho detrás de la pelota para buscar una contra con la que desnivelar un marcador que se iba igualado al descanso con los de Coudet dominando el último cuarto de hora.
El Celta de Coudet se adaptaba a jugar un partido áspero, duro y que les iba a llevar al límite de sus fuerzas. Un encuentro feo y disputado donde los detalles individuales podrían marcar la diferencia. Así lo hizo Aspas con un bonito taconazo a Brais Méndez que fue cazado por Nyom. El defensa azulón se salvaba de una merecida roja ya que el colegiado asturiano solo le mostraba la amarilla por un durísimo plantillazo al tobillo del mosense. Bordalás tiraba de su fondo de armario dando entrada a Mata, Ángel y Patrick, algo que Coudet no podría responder al tener un banquillo mucho más corto.
Final disputado
Aún así el Chacho se la jugaba con un cambio muy ofensivo al retirar a Baeza para dar entrada a Emre Mor. Nolito volvía al volante zurdo para que el turco acompañase a Aspas. Al Celta le faltaban ideas en ataque pero salvo por dos errores de Denis Suárez en el pase tampoco dejaba que los locales se acercasen a la meta defendida por Rubén Blanco. El partido estaba cumpliendo a rajatabla el guion esperado a la espera de que alguien pudiese desequilibrar un encuentro poco fluido.
El dominio era celeste pero las ocasiones, si había alguna, eran para un Getafe que se aprovechaba de errores infantiles como el que cometía Murillo a falta de 10 minutos del final de un encuentro que apuntaba al reparto de puntos. Coudet daba el punto por bueno al dar entrada a Okay Yokuslu por Nolito. El Celta arrancaba un valioso y meritorio empate demostrando que ahora también sabe competir ante rivales que le llevan a una batalla de desgaste.