2-1: Januzaj (p), min.39.
Europa: el sueño celeste se convierte en una quimera
El Celta de Vigo se quedó sin gasolina cuando los problemas físicos asolaron a la Real Sociedad. Los pupilos de Eduardo Coudet no pudieron sacar nada positivo del Reale Arena a pesar de ponerse por delante gracias a un buen gol de Hugo Mallo. Los errores en defensa permitieron que el conjunto txuri urdin le diese la vuelta al marcador en la primera mitad. Con ese 2-1 se llegó al descanso y al final de un encuentro que certifica que los celestes ya no tienen opciones de soñar por la séptima plaza. El objetivo es sumar lo más rápido posible los puntos que te den la salvación matemática e intentar acabar lo más arriba y con las mejores sensaciones posibles la temporada.
Sin sorpresas, así saltó el Celta al césped de Anoeta para disparar su última bala europea ante un Real Sociedad plagada de bajas y que se dejaba en el banquillo a Oyarzabal, Zubimendi y Barrenetxea para salir con Januzaj, Portu, Isak y Carlos Fernández, una delantera temible como también lo son Aspas y Nolito cuando están cerca del área rival. Y así lo demostraron en el primer minuto del encuentro, un aviso para Remiro invalidado por un fuera de juego milimétrico.
En un duelo donde se presumía que los ataques se iban a imponer a las defensas Murillo e Isak protagonizaron una polémica acción en la que el colombiano derribó al atacante sueco en el área celeste. El colegiado consideró que no había penalti como después consideró que el choque entre Elustondo y Santi Mina no era roja para el defensa donostiarra. El delantero vigués sangraba profusamente por el impacto de los tacos en su pierna, pero tras la consulta al VAR Gil Manzano decidió amonestar con amarilla al central.
De lo que no había duda es de la capacidad de aguante de un Santi Mina que regresó al campo a pesar de los cortes en su pierna. Un arranque de partido intenso en el que Murillo pudo aprovecharse del desajuste defensivo de la Real para poner el 0-1 a balón parado botado por Denis Suárez. Amagó con adelantarse el Celta en el minuto 14, lo consiguió poco después con un cabezazo de Mallo. El capitán se impuso a dos rivales en el salto para batir a Remiro.
Los errores condenan al Celta
Poco le duró la alegría al Celta en un partido loco. Aarón Martín se equivocó, provocó la contra de los de Imanol que culminó Portu tras un pase filtrado de Carlos Fernández. El extremo definía con maestría ante Iván Villar para igualar el partido en el minuto 25. Sin tiempo para lamerse las heridas el Celta veía como Iván Villar cometía un absurdo e infantil penalti sobre Isak. El portero arrollaba al atacante txuri urdin, Gil Manzano señalaba falta al considerar que era fuera de juego pero el VAR le hacía rectificar su decisión inicial al revelar que el meta celeste había derribado al sueco dentro del área.
Se redimió Villar al detener el remate de Isak, Carlos Fernández se hacía con el rechace y marcaba. El colegiado, con muchísimo trabajo en esta primera media hora, no daba validez al tanto donostiarra al haber detectado que el delantero andaluz había entrado al área celeste antes de tiempo. El Celta lograba mantener el empate por poco tiempo ya que Murillo agarraba a Le Normand en un saque de esquina. Un nuevo penalti que esta vez sí aprovechaba la Real Sociedad en el 38 por medio de Januzaj. El colombiano completaba una primera mitad deficiente plagada de errores de bulto. El Celta perdía atrás la renta obtenida en los primeros minutos de un encuentro donde los vigueses pagaban su escasa fiabilidad defensiva.
De más a menos
Salió mordiendo el Celta en la segunda mitad. Dos ocasiones de gol en menos de dos minutos por medio de Santi Mina y Murillo en las que Remiro salió mal parado por el choque con el central colombiano, que llegó muy justo al remate. Replicó inmediatamente la Real con un disparo al palo de Portu tras una bonita jugada de Isak y Oyarzabal. La estrella local había entrado al campo por Januzaj y en su primera acción ya dejó claro que iba a ser un problema para Aarón Martín.
Incapaces de mantener ese ritmo infernal los dos equipos guardaron fuerzas para llegar enteros al tramo decisivo del partido. La Real, con el marcador a favor, buscaba que los minutos pasasen lejos de su área. Coudet buscaba cambiar el duelo con la entrada de Beltrán y Fontán. Aarón Martín y Denis Suárez eran los sacrificados. El enfado del centrocampista fue notorio ya que arrojó al suelo su cazadora ya en la grada.
Golpes, molestias, cambios o la entrada de los servicios médicos impedían que el partido volviese a tomar temperatura. Apenas se trenzaban dos o tres minutos seguidos de juego, lo que beneficiaba al cuadro local. El Celta estaba totalmente desconectado del partido, incapaz de hacer daño a los de Imanol a pesar de ser el dueño de la pelota. Como ya está siendo habitual los de Coudet llegaron muy justos a los minutos finales.
Sin gasolina y sin poder soñar
La entrada al campo de Solari por Nolito no ayudó a mejorar a un equipo que se ve abocado a la tierra de nadie. Europa ya es una quimera, ni el empate que rozó Solari hubiese servido a un Celta que buscará acabar el curso de la mejor manera posible, trabajando para que la temporada 2021/22 les permita luchar por el sueño que se esfumó este jueves en el Reale Arena.