Matías Dituro regala un punto al Celta en su 98 aniversario

Un empate sin goles en un mal partido del Celta de Vigo, superado casi de principio a fin por un Celta de Vigo que dispuso de las mejores ocasiones del encuentro en El Sadar. Pero enfrente del cuadro navarro apareció un coloso, Matías Dituro. El portero argentino debuto todas los disparos de Kike García, Chimy Ávila o Rubén García, al que además le birló un penalti con un pie prodigioso cuando ya estaba vencido hacia su lado izquierdo. Los de Coudet, siempre a remolque del cuadro rojillo, terminaron el partido con uno menos tras la lesión de Kevin Vázquez, que tuvo que salir del campo por un duro encontronazo con Manu Sánchez donde el canterano se llevó la peor parte. El Celta arrancó un empate de la nada gracias a su portero para inaugurar su casillero de la temporada.

Los vigueses salían a El Sadar con una remozada defensa en la que Kevin y Carlos Domínguez sustituían a Mallo y Fontán. El Chacho apostaba por el joven central vigués en detrimento de Joseph Aidoo, que arrastra unas molestias desde el pasado 3 de agosto, cuando se midieron al Gil Vicente en Afouteza. Dos canteranos por dos canteranos cuando el debate sobre el papel del Celta B ha sido puesto sobre la mesa por el propio entrenador del equipo en la rueda de prensa previa al encuentro. Un encuentro que se disputaba este 23 de agosto, el día que el Celta de Vigo celebraba su 98 aniversario.

Eduardo Coudet cumplía su segundo partido de sanción por lo que se quedaba en la grada en un duelo donde sus pupilos se hacían con el control del esférico ante un Osasuna que proponía un juego más directo con el que lograba la primera oportunidad del choque por medio de Kike García. El disparo, en el minuto ocho, se iba rozando el palo corto de la meta defendida por Dituro. Antes Aspas había fallado una clara oportunidad que no habría subido al marcador ya que el moañés estaba en un claro fuera de juego. Poco después Alberola Rojas acertó al no señalar penalti por mano de Lucas Torró a centro de un profundo Javi Galán.

Una pérdida del lateral pacense era aprovechada por Nacho Vidal para ejecutar a la perfección una contra en la que Matías Dituro tuvo que sacar los guantes para despejar el remate de Rubén García, que había logrado esquivar el marcaje de Kevin Vázquez. Ni dos minutos después fue Kike García el que tuvo una nueva opción en un remate a la media vuelta. Los celestes tenían la pelota y los rojillos las oportunidades en un primer cuarto de hora entretenido para el espectador a pesar de las constantes interrupciones provocadas por la intensidad con la que ambos equipos iban recuperar el balón. Denis Suárez, en el 22', era el encargado de dar la réplica en el Celta con un disparo desde la frontal que se fue por encima del larguero. Los de Coudet buscaban hacer daño a la zaga navarra con balones largos a la espalda de Aridane y David García. Así llegó una nueva ocasión en la que Aspas no pudo superar a Sergio Herrera y tuvo que darse la vuelta para intentar un centro raso ya en el área que acabó en nada.

Kike García, una pesadilla para Carlos Domínguez

Kike García se estaba convirtiendo en una serie amenaza para el Celta al disfrutar de una tercera oportunidad de gol a la media hora de un partido que dominaban los locales. El potente delantero rojillo remataba de bolea tras bajar el balón con el pecho. Dituro era capaz de repeler el disparo con una buena intervención. El argentino, poco después, fallaba con los pies permitiendo al cuadro pamplonés gozar de una nueva opción para ponerse por delante por medio de Moncayola. El centrocampista navarro pudo marcar de cabeza dos minutos después, en el 39', pero su testarazo se marchó ligeramente desviado. El Celta sufría para mantener el empate sin goles, apenas pasada de mediocampo, y veía como su defensa se resquebrajaba por momentos, especialmente por el costado derecho defendido por Kevin Vázquez.

Solo un error de Aridane que no pudo aprovechar Mina daba aire a un Celta que volvía a temblar antes del descanso con un gran pase de Rubén García a Brasanac con el que se terminaba una primera mitad en la que el cuadro de Jagoba Arrasate fue muy superior al de Coudet. El argentino tendría que remozar la forma de jugar de los suyos para una segunda mitad en la que la mayor profundidad del banquillo del Osasuna era otro problema que debería gestionar si quería no salir de vacío de El Sadar.

Penalti de Carlos Domínguez, detiene Dituro

No habían pasado ni diez segundos de la segunda mitad cuando Carlos Domínguez cometía un doble error que terminaba en penalti. Primero por permitir un peligroso bote ante Kike García que le hace perder el sitio y después por dar un manotazo en la cara del delantero rojillo al límite del área. Alberola Rojas, advertido por el VAR, señalaba el punto de penalti aunque las imágenes no dejan claro si el central vigués comete la falta dentro del área o fuera de la misma.

En ese momento apareció como un gigante Matías Dituro. El meta se lanzaba a su lado izquierdo para detener el disparo de Rubén García y cuando parecía vencido sacaba un pie para despejar el balón y evitar el gol navarro. La polémica arreciaba cuando un centro de Javi Galán era cortado por la mano de Nacho Vidal de forma clarísima en el área navarra. El lateral de Osasuna cometía un penalti que Alberola Rojas ni quiso ir a ver en el VAR ante las protestas de los jugadores celestes, especialmente de un Nolito que veía la amarilla. En medio de las protestas Kike García volvía a meter en problemas a Carlos Domínguez, al que le tocaba soportar el partido más duro de su incipiente carrera.

El cansancio provocado por el ritmo infernal propuesto por Jagoba Arrasate hacía mella en ambos equipos. Tras la polémica de los penaltis llegaban los primeros cambios en ambos equipos. Coudet remozaba toda la zona de volantes dando entrada a Solari, Beltrán y Cervi por Brais Méndez, Denis Suárez y Nolito, todos ellos bastante grises para igualar fuerzas con la medular navarra. Arrasate daba entrada al Chimy Ávila y Budimir por los dos García, Rubén y Kike. El técnico de Osasuna disponía de un banquillo más profundo que su homólogo celeste, que no tenía un solo delantero para suplir a Mina o Aspas.

El Celta, con diez tras la lesión de Kevin Vázquez

El Celta se quedaba con uno menos tras un duro choque entre Kevin y Manu Sánchez que obligaba al lateral a salir sustituido por un golpe en el pómulo. Entre lloros y aplaudido por la afición rival Coudet no podía introducir un cambio al haber agotado las ventanas para realizar las sustituciones. La mala fortuna se volvía a cebar en el canterano. Sus compañeros, con un Renato Tapia al límite también, debían aguantar el empate en los últimos minutos y soñar con un gol que le pudiese dar la victoria.

Con el tiempo cumplido el Chimy Ávila le gana la partida a Aidoo para cabecear en el área chica un buen centro de Javi Martínez. El central ghanés dejaba demasiado espacio al delantero argentino que no acertaba a colocar el balón dentro de los tres palos. Dituro le negaba a su compatriota el gol con una gran intervención unos segundos después. Al Celta le tocaba aguantar el chaparrón en inferioridad en un partido donde un punto era un botín más que notable vistos los méritos de ambos conjuntos.

Santi Mina, al suelo en el área por un empujón de Moncayola

Santi Mina pidió un penalti al notar un ligero empujón de Moncayola en el minuto 89 pero Alberola Rojas, como había sucedido en la primera mitad con la mano de Nacho Vidal, ni siquiera quiso confirmar si el empujón al delantero celeste era suficiente para señalar la pena máxima que la mano, al borde del área celeste, de Carlos Domínguez, sí le valió para señalar en punto de penalti.

Solari probó fortuna desde muy lejos intentando sorprender a un inédito Sergio Herrera. Los vigueses, en un partido donde fueron inferiores a su rival, fueron capaces de llevarse un punto de casta apoyados por las paradas de Matías Dituro y por la fe de un equipo que con uno menos supo apretar los dientes para no irse de vacío de El Sadar el día que cumplía 98 años.