El calvario de Rucho: un año en blanco
El pasado 7 de marzo de 2021 Rubén Blanco se marchaba del Alcoraz entre lágrimas. Una vez más, casi imposibles de contar en el maltrecho cuerpo del portero, el canterano se lesionaba. En una acción de balón parado el portero se elevó para atrapar un balón cuando chocó con Pablo Insua, que llegaba tarde. El celeste caía mal, notaba que en su rodilla no estaba bien y pedía el cambio. En ese momento, aunque las sensaciones no eran buenas, Rucho no imaginaba el calvario que iba a tener que soportar. Casi un año después, si Rubén Blanco no juega contra el Mallorca este fin de semana, se pasará un año en blanco en Liga.
El mosense, una vez realizadas las pertinentes pruebas médicas, sufría una lesión en el ligamento lateral interno de la rodilla izquierda. La resonancia magnética determinaba que el ligamento estaba parcialmente fracturado pero los galenos celeste estimaron que no era necesaria una intervención quirúrgica. El portero iba a permanecer unas ocho semanas de baja, podría acabar la temporada bajo palos.
"Volveré a estar durante un tiempo alejado de los terrenos de juego" señalaba Rubén Blanco en su cuenta de Instagram. Esta era la decimotercera lesión que sufría en su accidentada carrera. "Mi cabeza está ya inmersa en el proceso de recuperación con un único fin: volver mucho más fuerte. Y así será", aseguró el canterano celeste. Finalmente los plazos apuntados por los servicios médicos del Celta no se pudieron cumplir y Rubén Blanco cerró el curso 2020/21 sin poder regresar a los terrenos de juego.
La situación no mejoró el pasado verano. A principios del mes de julio el doctor García Cota, jefe de los servicios médicos del Celta, señalaba que se volvía a descartar la intervención quirúrgica. El Celta realizaría un plan especial con el canterano para poder llegar a la primera jornada de Liga ante el Atlético de Madrid. "Tenemos que hacer un programa de prevención para la lesión vuelva a pasar y disminuir el riesgo de que pueda volver a pasar. Intentaremos que empiece a entrenar y según sus sensaciones iremos dando los siguientes pasos".
"Está muy contento, hablé estos últimos días con él y está contento con su evolución pero para un portero entrenarse sin el resto del equipo no es fácil", dijo el médico del Celta sobre el estado físico y de ánimo de Rubén Blanco ese 5 de julio en la Radio Galega. Eduardo Coudet no podría contar con Rucho al cien por cien en pretemporada, tampoco tendría a Iván Villar ya que estaba concentrado con la selección olímpica para disputar los Juegos Olímpicos de Tokio. También había perdido a Sergio Álvarez, retirado por las lesiones.
El entrenador pedía la contratación de un portero y el club, casi una década después, firmaba un guardameta rompiendo la regla que se había autoimpuesto. Por primera vez desde el fichaje de Javi Varas, en el verano de 2012, el Celta tenía un portero no canterano. El club lograba la cesión de Matías Dituro, procedente de Universidad Católica de Chile. El veterano portero argentino era una petición del Chacho aunque el recuerdo en Vigo, tras su efímero paso por el filial, no era el mejor. El 8 de julio el Celta anunciaba su fichaje de manera oficial.
Matías Dituro se hacía con la portería celeste ya que Rubén Blanco aún no podía competir en igualdad de condiciones. El mosense jugaba sus primeros minutos, tras ese infausto 7 de marzo, en pretemporada. Lo hacía sustituyendo a Dituro mediada la segunda parte del amistoso ante el Atlético Sanluqueño durante la concentración de Marbella. Pero en la prueba de fuego de la pretemporada, ante los potentes Wolves, el canterano se quedaba sin jugar un solo minuto.
Matías Dituro era el elegido para defender la portería del Celta en Liga. Rubén Blanco quedaba relegado a un segundo plano. El portero de 26 años se tendría que conformar con la Copa del Rey y ni siquiera podría jugar el partido de la tercera ronda contra el Atlético Baleares tras haber sido un contacto estrecho con una persona que había dado positivo en coronavirus. Su competidor por la portería, Matías Dituro, ofrecía un rendimiento notable en cada jornada de Liga.
Sin lesiones ni expulsiones a Rubén Blanco le ha tocado vivir a la sombra del de Bigand. Esto le ha llevado a paralizar su renovación ya que Eduardo Coudet ha solicitado la continuidad de Dituro para la próxima temporada. Rubén Blanco cumplirá, como apunta su apellido, un año entero en blanco en Liga que se cumplirá si este domingo 6 de marzo no juega en Balaídos ante el Mallorca.