El día en el Aspas convirtió a Natxo Insa en el héroe del Celta cumple nueve años
El 1 de junio de 2013 el Celta de Vigo lograba cerrar una salvación agónica y milagrosa al vencer en Balaídos al RCD Espanyol con un solitario gol de Natxo Insa a pase de Iago Aspas. La salvación del 4%, la del regreso del Celta a Primera, se convertía en realidad, una realidad que el celtismo y el equipo soñaron y dibujaron semanas antes, cuando todo parecía perdido. Este 1 de junio de 2022 se cumplen ya nueve años de ese encuentro trascendental en la historia moderna del Celta de Vigo.
Han pasado muchos años, nueve, pero ese encuentro sigue grabado a fuego en al corazón y la mente de muchos celtistas. De ese equipo aún quedan en la plantilla jugadores como Hugo Mallo, Iago Aspas y Rubén Blanco, que debutaba en Primera en la jornada 37 para ser titular en este histórico duelo ante el Espanyol. Ese 1 de junio Iago Aspas hizo que Natxo Insa pasase a la historia del Celta con un gol imposible de olvidar.
Tampoco se van de la mente del celtismo las lágrimas de un niño de 17 años, Rubén Blanco, al que el destino le había preparado la peor de las encerronas, dos duelos a muerte en los que los corazones más resueltos podían sucumbir.
𝐀 𝐜𝐨𝐧𝐟𝐫𝐚𝐫𝐢́𝐚 𝐝𝐨 𝟒,𝟎𝟏% 💙🔙
Cúmprense nove anos daquel bendito gol de @NatxoInsa. O resto é historia 🔥📻 pic.twitter.com/8Tv8fkOCEv— RC Celta (@RCCelta) June 1, 2022
Los otros dos protagonistas, Iago Aspas y Natxo Insa, protagonizan una de las canciones más entonadas por el celtismo, el 'Coruña decime qué se siente'. Para el recuerdo siempre quedará ese minuto 15, cuando Aspas encaró a Colotto, lo dejó tirado en el suelo y centró al corazón del área donde Natxo Insa, de primeras, batía a Kiko Casilla para poner el 1-0 que a la postre sería definitivo.
Ese gol, que quedará para siempre en la historia del celtismo, fue la primera piedra del nuevo EuroCelta, del equipo que contaba con la cantera, donde las estrellas habían nacido en Cangas, en Marín, en Mos, en Vigo o Ferrol. Se han cumplido nueve años de ese tanto de Natxo Insa, pero las venas siguen ardiendo recordando cada uno de esos fotogramas, esos seis segundos que van desde el control de Aspas al remate de Insa. Esos seis segundos donde el Celta destrozó la estadística y clamó al cielo que con un 4% no se había rendido y que la salvación era un realidad.