Un barco desarbolado naufraga en la tormenta de Pucela

Regresaba el Celta de Vigo a su particular Liga. Tras sumar solo tres puntos en cinco jornadas ante la zona noble de LaLiga Santander los de Eduardo Coudet se medirían a un rival de la zona baja. El resultado no pudo ser peor, por el marcador, una goleada por 4-1 ante el Real Valladolid, y por la penosa imagen que dejó casi todo equipo en el José Zorrilla. En una mala primera mitad, marcada por el aguacero que caía sobre Valladolid, el Celta logró igualar 1-1 con una buena contra finalizada por Óscar Rodríguez tras un quiebro magistral de Larsen. Anteriormente había sido Roque Mesa el que había puesto el 1-0 ayudado por Mallo, al que le toca el balón para engañar a Marchesín. Arrancó mejor el cuadro celeste en la segunda mitad pero de nuevo fue el Valladolid el que se volvió a adelantar por medio de Joaquín en un saque de esquina. A partir de ahí el Celta fue un barco desarbolado en medio de la tormenta desencadenada por Sergio León. El delantero ponía el 3-1 tras fallar un lanzamiento de penalti de nuevo con la involuntaria ayuda de Mallo. Llegó el 4-1 de nuevo obra de Sergio León. Con el Celta vencido hasta Aspas falló dos lanzamientos de penalti ya que el colegiado obligó a repetir el primer disparo porque varios jugadores del Valladolid habían entrado al área antes de tiempo. Masip se imponía en los dos lanzamientos sobre el moañés en una tarde para olvidar en Valladolid.

Apostaba Eduardo Coudet por un doble pivote que mandaba a Gabri Veiga al banquillo del José Zorrilla en un encuentro marcado por la intensa lluvia que azotaba Valladolid. El Chacho también apostaba por conceder a Óscar Mingueza su primera titularidad en Liga. El catalán entraba como central zurdo por Unai Núñez. Arrancaba mandando el Celta, un dominio estéril ante un Valladolid bien plantado con defensa de cinco. Buscaba abrir el juego el cuadro vigués para que sus laterales cerrasen las jugadas con centros al área que no encontraban la cabeza de Larsen.

La falta de claridad viguesa daba confianza a un Pucela que, a medida que pasaban los minutos, subía líneas y empezaba a asomarse por las inmediaciones de la meta defendida por Marchesín. No tenía que aparecer el arquero celeste porque Tapia evitaba el testarazo de Weismann tras centro de Luca Rosa desde el costado derecho. Aparecía de nuevo Tapia para cortar el avance de Aguado cuando se llegaba al ecuador de la primera mitad. Aguantaba el césped el intenso aguacero que obligaba a ambos equipos a practicar un fútbol más directo.

No estaba cómodo el cuadro vigués. Fue cediendo metros ante los de Pacheta, más envalentonados. Una falta inocente de Javi Galán terminó convirtiéndose en el 1-0. De estrategia y con bastante fortuna se ponía por delante el cuadro blanquivioleta. Saque en corto a la frontal. Roque Mesa le pega con todo y el balón toca en Hugo Mallo lo suficiente para engañar a Marchesín. Nada pudo hacer el argentino. Le tocaba remar al Celta. Pedía un penalti inexistente Galán y probaba desde lejos Cervi. A trompicones, con poca continuidad y nula fluidez buscaban los vigueses el tanto del empate.

En una contra tras un despeje de la zaga celeste llegó el 1-1. Aspas puso un balón filtrado sobre Cervi desde el propio área celeste. El volante argentino combinó con Strand Larsen. El noruego, con un quiebro prodigioso que destrozaba la cadera de Feddal, encara a Masip y asiste a Óscar Rodríguez. El talaverano solo tenía que empujarla al fondo de las mallas para poner la igualada poco antes del final de una primera mitad de mucha lluvia y poco fútbol.

Salía mucho mejor el Celta a la segunda mitad. Los aficionados locales mostraban su enfado por el juego de su equipo. Primero Larsen con un flojo remate y luego Aspas con un ajustado lanzamiento de falta pudieron dar la vuelta al marcador. Tuvo una más el conjunto celeste en el 55' pero Joaquín cortó el pase de Aspas a Óscar Rodríguez. Reaccionaban los de Pacheta. Primero Marchesín sacaba un duro disparo de Roque Mesa, luego el argentino volaba para evitar el tanto de Sergio León. La pelota se envenenaba al impactar en Mingueza pero a diferencia del 1-0 Marchesín podía despejarla. En menos de cinco minutos el Valladolid le había dado la vuelta al desarrollo del partido quitándose de un manotazo el dominio celeste.

A la tercera llegó el gol local. Tras los avisos de Roque Mesa y Sergio León llegó el tanto de Joaquín. Roque Mesa ponía un bonito centro al área desde el córner. El central volaba sobre el resto de los jugadores y cabeceaba con violencia el cuero para estamparlo en el fondo de las mallas. Dobló los guantes de Marchesín el testarazo del jugador pucelano. De nuevo con el marcador en contra le tocaba al Celta remar. Coudet daba entrada a Carles Pérez y Gabri Veiga para afrontar los últimos 25 minutos del encuentro.

No era capaz de imponer su juego el Celta. Era el Valladolid, de nuevo con algo de fortuna, el que sentenciaba el encuentro con el 3-1 por medio de Sergio León. El centro de Olaza toca en Hugo Mallo y el delantero pucelano se aprovechó picando el esférico lejos de Marchesín. El Celta entraba en barrena. Aidoo cometía un absurdo penalti sobre Plata que no dudaba en señalar Pizarro Gómez. 

Marchesín volaba para evitar el 4-1. Detenía el lanzamiento de Sergio León el argentino. No lo tenía que lamentar el delantero blanquivioleta porque un minuto después, en el 79', se vengaba con su segundo gol del partido. El Celta naufragaba en el José Zorrilla dejando una pésima imagen ante un recién ascendido.

Pudo maquillar el partido el Celta al pitar Pizarro Gómez un penalti de Feddal sobre Strand Larsen. El noruego lo intentó de tijera y el central le tocó lo justo para desequilibrarlo. Se aprestó Aspas a poner el 4-2 pero falló. Masip adivinó el disparo del moañés. No era la tarde del Celta porque el lanzamiento de penalti se tenía que repetir. Habían entrado al área antes de tiempo varios jugadores del Valladolid. Lanzó de nuevo Aspas, esta vez al lado derecho de Masip. De nuevo adivinó la trayectoria el portero evitando el gol del Celta. Un epílogo perfecto para un Celta que naufragó ante un recién ascendido dando una imagen que dista mucho de ser aceptable para un equipo de LaLiga Santander.