David Generelo: enemigo íntimo
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El actual entrenador del Real Oviedo desarrolló la mayor parte de su carrera como jugador en el Real Zaragoza.
La vida es caprichosa y el destino suele dar segundas oportunidades. Es el caso de David Generelo, el que fuera jugador del Real Zaragoza y al que las lesiones lastraron de forma profunda hasta llevarle a la retirada hace apenas unos meses en las filas del Real Oviedo. Un club, el asturiano, que le otorgó la oportunidad de tomar las riendas del equipo tras la destitución de Sergio Egea, el técnico que había logrado el ascenso del equipo a Segunda División.
Intuían sus compañero tiempo atrás que David Generelo acabaría siendo técnico, aunque quizá no, de forma tan precipitada. Ya en su despedida como jugador, el Real Oviedo le abrió las puertas a volver, pues Generelo se ganó a la afición carbayona más incluso como persona que como jugador. Y eso que en el campo, tuvo ocasión de coincidir con algunos de los grandes talentos que pisaron el césped de La Romareda. Con apenas 20 años, Paco Flores le ponía de titular en el primer encuentro de la liga de Segunda División, era la temporada 2002-03 y el Real Zaragoza empataba sin goles frente al Córdoba. En aquella temporada, Generelo disputaría otros tres encuentros más y el equipo aragonés lograría el ascenso a Primera.
Siempre riguroso en lo táctico y con un potente disparo, Generelo se hacía un hueco en el centro del campo del Real Zaragoza. Un año después del debut y ya con Víctor Muñoz en el banquillo, el equipo aragonés lograba acabar con el Real Madrid de 'los galácticos' para alcanzar de nuevo el triunfo final en la Copa del Rey, un día para no olvidar. Llegó la UEFA y con ella, el que quizá sea el gol más recordado de Generelo con la elástica blanquilla; un derechazo desde la frontal que se colaba por la escuadra de Dnipro en una Romareda encharcada por la lluvia; aunque aquella aventura europea, como la siguiente, acabaran en fiasco ante Austria de Viena (2005) y Aris de Salónica (2007), respectivamente. Aún sumaría una temporada más en el equipo aragonés jugando con asiduidad, justo antes de la llegada de la época oscura de Agapito, que se llevaría por delante a su gran valedor, Víctor Muñoz.
Así comenzó un periplo que le llevó en un viaje de ida y vuelta al Nàstic, antes de disputar sus últimas temporadas con el Real Zaragoza, apenas cuatro partidos en la 2007-08 y para cerrar el círculo, vuelta a sentirse importante, en esta ocasión con Marcelino en el banquillo y en Segunda División. En el verano de 2009 ponía rumbo al Elche, para no disfrutar nunca más del césped de La Romareda como jugador local y en Primera. Tardaría de hecho, en volver a pisar el coliseo zaragozano. No sería hasta 2014 en el que volvería, esta vez, con la camiseta del Mallorca. Y de ahí al Real Oviedo, nada menos que en Segunda División B y dispuesto a volver a sentirse importante. Vaya si lo fue. Con los carbayones logró el ascenso a Segunda, apenas meses antes de que las lesiones le obligaran a retirarse. Preparado para volver, Generelo lo hace ahora como un rival más por un lugar en Primera, pero ya no desde el césped, sino desde el banquillo de La Romareda.