El 2017 hace sangre en el zaragocismo
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Un año para olvidar. Así se puede definir un 2017 en el que el Real Zaragoza se ha desangrado en la ya conocida Segunda División y de manera muy especial en La Romareda, delante de su público. Sólo cuatro triunfos en un feudo aragonés que ha visto pasar dos directores deportivos, tres entrenadores y una buena lista de futbolistas en tan solo doce meses.
Cuesta definir cómo ha sido este último año para el zaragocismo. Sin duda, uno de los más crueles de su larga vida y que ha dejado secuelas en el club blanquillo. Los números de este 2017 son demoledores para el conjunto aragonés, que sólo ha sido capaz de ofrecer cuatro victorias a su gente.
El mes de enero no pudo ser más movido. Tras un mercado de fichajes en el que Samaras ponía la guinda, el Real Zaragoza de Raúl Agné parecía tratar de levantar el vuelo en la clasificación. Sin embargo, los resultados pusieron al técnico de Mequinenza contra las cuerdas y se cobraron su primera víctima el día 8 de febrero.
La etapa de Narcís Juliá como director deportivo del Real Zaragoza llegaba a su fin tras alcanzar un acuerdo para desvincularse de la entidad blanquilla. Después de dos mercados de fichajes fallidos, se despedía de un club que ya tenía nuevo sustituto para cubrir su ausencia. No era otro que Lalo Arantegui, hasta entonces componente de la dirección deportiva de la Sociedad Deportiva Huesca.
Lalo aterrizaba en la capital del Ebro de la mano de un José Mari Barba que se incorporaba poco después y con mucho trabajo de cara al siguiente curso. Mientras tanto, en lo deportivo el equipo seguía cayendo en picado. Fue tras un 1-2 en La Romareda ante el Sevilla Atlético cuando la directiva decidía cesar a un Raúl Agné que era incapaz de reconducir la complicada situación.
El elegido se encontraba dirigiendo al Deportivo Aragón. César Láinez tomaba las riendas del primer equipo con una difícil papeleta delante y consciente de la responsabilidad que suponía asumir semejante reto con el club de su vida. El aragonés fue capaz de dar aire al equipo zaragocista enlazando cinco encuentros consecutivos sin conocer la derrota.
Un colchón que terminó siendo suficiente para firmar la permanencia en la categoría de plata después de otro año con más pena que gloria. El Real Zaragoza finalizaba la campaña en decimosexta posición, con 50 puntos en su casillero. A pesar de todo, el verano trajo consigo un soplo de aire fresco de cara al nuevo curso.
Era el propio Lalo Arantegui el que anunciaba de golpe cinco incorporaciones justo cuando la plantilla aragonesa iniciaba su periodo de vacaciones. Fue doloroso el adiós de un Rubén Gracia "Cani" al que el club trató de convencer para el nuevo proyecto, pero que decidía colgar las botas tras una temporada en casa. Un mes largo y complicado en las oficinas zaragocistas, con hasta 15 salidas de las cuales algunas llegaron de manera temprana y otras se atascaron. Fue el caso de hombres como Xumetra, Edu Bedia, Manu Lanzarote o Xabi Irureta.
Además de esas salidas, llegaron al club aragonés 14 futbolistas nuevos, siendo Vinícius Araújo el último en aterrizar en la disciplina blanquilla. El proyecto contaba con Natxo González a los mandos de la nave tras una destacada temporada dirigiendo al Reus. El equipo aragonés arrancó el curso sin lograr obtener resultados, pero las sensaciones invitaban al optimismo.
La Romareda apoyaba a los suyos y parecía que los zaragocistas comenzaban a sumar de tres en tres. Su alcanzó el mejor momento en las jornadas nueve y diez, donde los blanquillos alcanzaron la décima posición de la tabla después de vencer en Lorca y empatar en casa con Osasuna.
Sin embargo, las cosas no terminaban de salir y el técnico vasco introdujo varias novedades con cambio de sistema incluido para buscar una reacción. Reacción que no ha llegado hasta el momento, teniendo eso sí una digna actuación en la Copa del Rey siendo eliminado en los dieciseisavos de final tras caer frente al Valencia.
En el año 2017, el equipo aragonés ha firmado unos números muy preocupantes. Especialmente en La Romareda. En su propio feudo, el Real Zaragoza ha logrado sólo cuatro triunfos en doce meses, cifras que ponen en evidencia las carencias del conjunto blanquillo. Un año negro para la afición zaragocista que deposita todos sus deseos en una obligada mejor para el 2018.