Natxo y la ruleta defensiva
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El Real Zaragoza ha concluido la primera mitad de la temporada muy por debajo del rendimiento esperado a comienzo de la competición. Los aragoneses han sido incapaces de encontrar la regularidad suficiente como para meterse entre los equipos que encabezan la clasificación y muy al contrario, se sitúan en la parte baja.
El gran problema que ha sufrido el conjunto blanquillo durante estos veintiún partidos ha sido la falta de contundencia defensiva. Aspecto especialmente agravado por la vitola de buen constructor de sistemas defensivos con la que llegaba el técnico Natxo González. Sin embargo, el entrenador vasco no ha acabado de encontrar ni la forma ni los nombres para construir un muro defensivo en el Real Zaragoza.
Y es que de entre los cambios habituales que realiza Natxo cada jornada, resulta llamativa la gran cantidad de combinaciones que se han llegado a usar en defensa. La temporada comenzó con una línea de cuatro condicionada por lesiones y fichajes en la que formaron Delmás, Grippo, Valentín y Benito. Una semana después, con Ángel en plenas condiciones, sería el catalán el que ocupara la plaza en el lateral izquierdo, desplazando a Benito al derecho y dejando a Delmás en el banquillo. En la jornada tres sería el centro de la defensa el que sufriría una variación, dando entrada a Verdasca en lugar de Valentín. Así se mantuvo la defensa hasta la jornada seis, frente al Nàstic, en la que Mikel ocupó la posición del lesionado Grippo. Un partido en el que se lesionaría Benito, que dejaría su posición a Delmás de cara al siguiente encuentro, en Oviedo. Nuevamente en La Romareda, otra vuelta de tuerca, con Alain ocupando el lateral izquierdo en lugar de Ángel. Ambos jugadores se fueron alternando hasta el encuentro en Huesca, en el que volvía Benito al lateral derecho quedando Alain en el izquierdo, siendo el jugador vasco el gran damnificado de la derrota en El Alcoraz. Una nueva lesión le daba la oportunidad de volver a Delmás por la derecha, mientras Grippo y Mikel se alternaban como pareja de Verdasca. En Albacete, una nueva alternativa, con Delmás en la derecha, Benito en la izquierda y la pareja Grippo-Mikel en el centro. La necesidad provocó que en Valladolid, tras la lesión del central vasco, fuera Zapater el que ocupara el centro de la zaga. Y por último, el pasado fin de semana, sería Lasure el nuevo inquilino del lateral izquierdo.
Demasiadas combinaciones que evidencian la debilidad defensiva de un equipo que no acaba de encontrar su identidad defensiva. Muchos jugadores para la línea más importante de un equipo que no ha conseguido solidez en las últimas temporadas. Y Natxo seguirá buscando su línea de cuatro, la que haga honor a su fama de buen entrenador en la parcela defensiva. Hasta el momento, nada ha funcionado pese al uso de dos laterales derechos (Benito y Delmás, más Vicente en Copa), cinco centrales (Grippo, Verdasca, Mikel, Valentín y el comodín Zapater) y cuatro laterales izquierdos (Ángel, Alain, Benito y Lasure).