Una recta final no apta para cardíacos
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El duelo que el Real Zaragoza disputará este sábado contra el Huesca será sólo el primer obstáculo que se presenta en su camino final por el ascenso. El club aragonés tendrá que jugar con hasta cinco equipos que pretenden estar en Primera división el año que viene. Entre ellos, están los cuatro primeros clasificados: Sporting de Gijón, Huesca, Rayo Vallecano y Cádiz. Una sucesión de rivales que pondrán a prueba la candidatura del Real Zaragoza.
Tras el derbi aragonés, habrá que viajar a Vallecas a jugar contra un Rayo que de momento sólo ha perdido dos partidos desde que la pasada vuelta cayera en noviembre 3-2 en La Romareda. Entre sus jugadores, destaca un Raúl de Tomás que ha anotado hasta ahora 18 goles.
Tras este lapso de duelos directos, habrá que recibir a un Almería que se juega el descenso y que en la primera vuelta goleó por 3-0 a los blanquillos, y viajar a Reus. Tras eso, ya en mayo, regreso a los duelos a vida o muerte. Primero con la visita del Sporting de Gijón a Zaragoza el primer fin de semana de mayo, y a la semana siguiente, con el viaje a Cádiz para enfrentarse a los andaluces.
El último rival directo será el Valladolid, quien intentará sacar algo positivo del feudo aragonés en la penúltimo jornada. Albacete y Barcelona B, este en la última jornada en la capital catalana, serán los otros dos partidos... el Real Zaragoza cruzará los dedos para que no se estén jugando nada, cosa que en el fondo tendría que dar igual: en el recuerdo está muy fresca la debacle de Palamós de 2016 ante un Llagostera ya descendido desde hacía semanas.