El gran tesoro del Real Zaragoza
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Hace aproximadamente 25 años, cuando uno daba sus primeras vueltas por la Ciudad Deportiva, tuve la suerte de encontrarme con Manolo Villanova. En realidad, la suerte no fue encontrármelo sino caerle en gracia y poder compartir muchas horas de tertulia hablando sobre fútbol y advirtiéndome de las muchas cosas que luego se han ido confirmando. Una de sus primeras lecciones fue: "Si no hay cartera, hay cantera". Y desde luego que es así. En este Zaragoza de poca cartera, hay mucha cantera. Se lo aseguro.
Otras de las cosas que aprendí es que hay que estar pendiente del equipo Cadete y del Juvenil y seguir la progresión de los más destacados. Siguiendo ese consejo he tenido la oportunidad de ver en el campo del fondo a Jesús Cabrero hacer paradas increíbles para ir a la selección por delante de Casillas, a Juanjo Camacho ser el capitán de la sub-21, a Zapater tirando esas faltas que ha vuelto a tirar este año, a Cani haciendo vaselina de dibujos animados, a Lafita dando cinco zancadas desde su área para llegar a meter gol, a Ander Herrera volviéndose loco gritando a sus compañeros, a Vallejo siendo un mariscal desde los 12 años... A, Soriano, Laguardia, a Ripa, a Zaparaín y a muchos otros que se han quedado en el camino, pero que apuntaban alto.
Ahora toca ver a otra generación. Lo que denomino como el gran tesoro del Real Zaragoza. Nadie daba un duro por Pombo, Lasure, Delmás y Guti. Nadie. La gran suerte de que ahora estén siendo importantes en el primer equipo y su insultante juventud hace posible soñar con un primer equipo plagado de aragoneses. Hasta él puede llegar la gran hornada de juveniles con Azón, Soro, Forcén, Tresaco, Aguado y compañía. Y no es un sueño imposible. La Ciudad Deportiva siempre ha generado futbolistas y cuando más dinero se ha ingresado ha sido cuando peor se ha tratado. Ahora que se está haciendo un gran trabajo, con coherencia y con personas adecuadas como Arjol, Lozano, Espinosa, Suñén, Garcés y compañía, es posible soñar con un Zaragoza de marcado sabor aragonés y con el mejor patrimonio que se puede tener: los canteranos.
También es importante destacar la buena labor del club en cuanto a evitar que se marchen los mejores valores a otros clubes o al menos que lo hagan de cualquier manera. No se han podido evitar salidas dolorosas como pueden ser las de Alastuey, Fernandes o Morlanes, pero ahora se está peleando con uñas y dientes la continuidad de Carbonell, considerado el mejor cadete de España, y en la órbita del Barsa. A pesar de las malas artes de sus asesores, el Zaragoza tiene confianza en que se quede. La segunda parte de la frase del maestro Villanova es: "Si hay cantera, habrá cartera".