La importancia del jugador más antiguo de la plantilla
Dentro del discurso en el que Lalo Arantegui sentó las bases del Real Zaragoza de la temporada 18/19, un nombre llamó la atención: el de Javi Ros, que ha renovado dos años más. El de Tudela se convierte así en el jugador de más antigüedad de la plantilla (honor que en realidad ya ostentaba desde febrero, cuando Cezary Wilk, que entrenaba en la Ciudad Deportiva, anunció su retirada). Aparte de sus virtudes deportivas, la plantilla zaragocista gana la presencia -cosa rara en los últimos tiempos- de un jugador identificado con el equipo y la ciudad, que suma temporadas como algo natural.
Una renovación que Ros se ha ganado por su carácter, su compañerismo y su peso en el vestuario. El centrocampista es uno de los capitanes y, junto a Alberto Zapater, uno de los modelos a seguir dentro de la plantilla. El navarro llegó en enero de 2016 al Real Zaragoza y desde entonces ha sido importante para todos los entrenadores.
Con Lluís Carreras lo jugó prácticamente todo aquella media temporada, dieciséis partidos como titular con un gol. El curso siguiente fue titular con Luis Milla, Raúl Agné y César Láinez. De los 38 partidos que jugó en la 16/17, 33 fueron desde el inicio. Este último año ha bajado un poco su protagonismo debido a la consolidación de Íñigo Eguaras como pivote y la irrupción de Raúl Guti como futbolista de la primera plantilla, pero casi siempre ha sido el hombre 'número doce' para Natxo González.
Javi Ros es un jugador que está temporada ha dejado dos goles que a la larga fueron muy importantes para la clasificación final. En octubre, contra el Lorca FC, un derechazo suyo abrió el marcador de un partido que acabaría 0-2; más tarde, en abril, hizo que La Romareda estallara gracias al único tanto del partido en la victoria contra el Huesca por la mínima.
Hay que decir que el capitán, Alberto Zapater, suma en total más temporadas que Javi Ros, pero en esta etapa el navarro llegó medio año antes que el ejeano (presentado en junio de 2016).