Gorostegui Fernández, un viejo conocido vuelve a La Romareda
El estadio municipal de La Romareda acoge el próximo sábado el mejor encuentro de la jornada en LaLiga 1|2|3. Un duelo entre el Real Zaragoza y la UD Las Palmas, dos firmes candidatos a luchar por el ascenso. Un encuentro del máximo nivel que estará dirigido por el colegiado Gorostegui Fernández.
El árbitro vasco está incluido en el grupo de los veteranos de la categoría al contar con 35 años. Cuenta además con una notable experiencia en la división de plata, en la que ha completado ya dos temporadas. Un hecho que le convierte en un viejo conocido para la afición blanquilla. En su primera temporada fue el encargado de pitar la visita del Reus a La Romareda (2-2) y el encuentro del equipo blanquillo en Córdoba (2-1). En la segunda, dirigió la victoria blanquilla en Lorca (0-2).
Más allá de esos precedentes, si por algo puede ser recordado Gorostegui Fernández por la afición blanquilla es por el último encuentro que le ha pitado hasta la fecha al Real Zaragoza. Fue el encuentro de ida de la eliminatoria de promoción por el ascenso. El conjunto aragonés viajó hasta Soria para medirse al Numancia en busca de seguir adelante en la lucha por el ascenso. El encuentro finalizó con 1-1 en el marcador y días más tardes el equipo soriano asaltó La Romareda. El resto es historia.
La promoción en Los Pajaritos
Una historia que podría haber sido muy distinta si el árbitro vasco hubiera considerado como penalti una jugada al borde del descanso. Papu lograba zafarse de la defensa local hasta que Carlos Gutiérrez le zancadillea. Un momento clave de la eliminatoria, ya que además de la pena máxima, la jugada bien pudiera haberle costado al defensa numantino la segunda cartulina amarilla. Pero Gorostegui Fernández no valoró que fuera penalti y la eliminatoria siguió su curso.
Será pues, la primera vez desde entonces que el colegiado vasco pise el césped de La Romareda. Sólo cabe esperar que los errores cometidos en el pasado no condicionen su presencia en el coliseo zaragozano, en el que a buen seguro será presionado por la afición local en un encuentro considerado de gran exigencia, tanto para los jugadores, como para el árbitro.