Raí se resiste a salir
Después de un mercado relativamente tranquilo para la dirección deportiva del Real Zaragoza, los últimos días Lalo Arantegui afronta el apartado de las salidas. Uno de los nombres cuya situación más preocupa es el de Raí Nascimento.
Desde el club aragonés se considera que el brasileño tiene que tener minutos de nivel para poder forjarse. Es algo que Lalo ha reiterado en diversas ocasiones y que parece tener claro. Y es que el caso de Raí ha sido especial desde que llegó al Real Zaragoza.
Como futbolista extranjero y menor de edad, el conjunto blanquillo actuó con total cautela a fin de evitar posible problemas legales. Un hecho que provocó que Raí se mantuviera entrenando, pero sin poder jugar, durante sus primeros meses en el club. Pese ha haber vivido durante años en la órbita del Real Zaragoza, no fue hasta enero de 2017 que pudo jugar oficialmente con la elástica blanquilla. Así, durante la época de Raül Agné en el club, Raí disfrutó de sus primeros minutos con el equipo, además de entrar en varias convocatorias. Una actividad que combinó con los partidos del filial en Tercera.
La experiencia en 2ªB
Al finalizar esa temporada, Raí fue ascendido al primer equipo, del mismo modo que otros canteranos como Delmás, Lasure o Zalaya. Sin embargo, no tuvo la suerte de otros de sus compañeros y acabó nuevamente en la disciplina del Deportivo Aragón, en el que además, tampoco contó con excesivas oportunidades durante la campaña en 2ªB, completando únicamente dos encuentros y anotando escasamente dos tantos.
Es precisamente esa la fórmula que quisiera el Real Zaragoza para Raí también esta temporada. La de ver al jugador disputando la categoría de bronce, en esta ocasión en calidad de cedido. Una experiencia que pudiera servir al jugador para madurar y poder mostrar el potencial que le hizo llegar al conjunto aragonés. Sin embargo, la postura del futbolista parece clara y es que, en estos momentos, no quiere salir. Una postura que conocen sus dos pretendientes en este momento, tanto el Burgos como el Ejea, que esperan que se pueda convencer al jugador para que cambie de opinión. Sin duda, una patata caliente para Lalo Arantegui que esperaba vivir con cierta tranquilidad el final de un mercado sin excesivas agitaciones.