Golpazo de autoridad y festival en el Tartiere

Hay muchas maneras de afrontar los partidos. Idiakez tiene muy claro cual es la suya y ese Zaragoza dominador salió a jugar al Carlos Tartiere. Lo de tener la pelota, presionar arriba y someter al rival en su campo suena muy bien en la teoría, pero es gloria bendita en la práctica. El Oviedo no pudo respirar en el primer cuarto de hora de partido.

El Zaragoza recuperaba bien en campo contrario y armaba el ataque con su tridente y todos los que se incorporan. Hubo varios avisos, pero el más serio fue una falta de Zapater que se estrelló en la barrera. Pombo, Gual y el 'Lobo' Vázquez se asomaban con peligro por los dominios de Alfonso y el partido se desarrollaba cerca de sus dominios.

La lata se abrió a los 15 minutos. Idiakez había variado su dibujo con Verdasca en el centro de la zaga, Ros en el pivote y Zapater de volante por la derecha. El navarro levantó la vista desde el círculo central, elevó un balón para la carrera de Álvaro Vázquez y el 'Lobo' aulló en tierras asturianas. Pase espectacular y definición sutil para abrir el marcador.

El Zaragoza no cambió su discurso a pesar de llevar ventaja en el marcador. Marc Gual prueba suerte desde la frontal del área con un zurdazo que se escapa lamiendo la base del poste. Pombo no quiso ser menos y también probó fortuna desde lejos. Pero la diferencia pudo ser aumentada si en Segunda hubiese VAR. El árbitro, Ocón Arráiz, señaló fuera de juego en un desmarque de Gual que acabó en gol de Vázquez cuando el delantero estaba habilitado.

El Oviedo apenas creó peligro. Un disparo de Tejera en los primeros compases y un remate de Bárcenas que se marchó por encima del larguero. Anquela estaba muy nervioso y se esperaba bronca en el descanso.

Por seguir hablando de salidas, la del Zaragoza fue peor que la del Oviedo en la segunda mitad. Tocó sufrir en los primeros cinco minutos del segundo acto, pero el equipo se estiró. Combinaron bien los de arriba y provocaron un saque de esquina que realmente no fue. La jugada acabó en el otro banderín y Verdasca aprovechó el balón parado para hacer el 0-2 con una definición inapelable.

Pombo sigue de dulce y en la siguiente acción hizo su jugada favorita perfilándose para un derechazo que se marchó alto. Anquela ya había tirado del recién recuperado Folch en el descanso y con el segundo gol encajado sacó todo el arsenal con Toché y Aarón Ñíguez.

Con los cambios y, sobre todo, con la necesidad de meterse en el partido, el Oviedo se lanzó a por su primer gol. Hubo algún acercamiento, pero Cristian no tuvo que intervenir. Los de arriba esperaban alguna transición para aprovechar esos espacios, pero no llegaban balones.

Pero la mejor ocasión de los locales acabó por llegar. Folch remató en un saque de esquina y su remate lo repelió poste. Cristian se tiró a los pies de los delanteros para evitar el sufrimiento.

En la fiesta zaragocista faltaba James Ignekeme. El nigeriano estaba completando otro gran partido y le puso la guinda con un golazo en jugada personal. Tiró una pared con Pombo y batió con mucha calidad a Alfonso. El partido parecía sentenciado, pero aún hubo tiempo para que Soro tuviese su premio al trabajo de estos meses. El canterano, la nueva perla zaragocista, hizo el cuarto gol tras una buena acción entre Aguirre y Pombo.