Los retos inmediatos de Alcaraz
Lucas Alcaraz tiene ante sí el reto de levantar el proyecto del Real Zaragoza. Un trabajo de éxito el año pasado que esta temporada ha encallado en la zona baja de la tabla. El entrenador andaluz coge las riendas de un equipo hundido, con las piernas bloqueadas y con el descenso a solo dos puntos. De los últimos seis partidos, Idiakez solamente ha sacado tres puntos. Una cifra muy escasa, y una racha que el recién llegado Alcaraz tiene que cortar imperativamente.
Elche es el primer turno para evaluar la capacidad del andaluz. El conjunto valenciano está empatado a puntos con el Zaragoza; todo apunta a que, en su casa, dará guerra. Perder podría suponer caer al descenso. El siguiente es su amado Granada, equipo puntero. Nàstic, fuera, y Mallorca, en casa, también podrán a prueba a Alcaraz.
Unos partidos que tendrá que encarar eligiendo muy cuidadosamente su esquema. Podría optar por el rombo que tan buenos resultados le dio a Natxo González el año pasado, es decir, volver de forma decidida a la esencia del dibujo que mejor ha funcionado con el proyecto de Lalo Arantegui. La plantilla, salvo por Borja Iglesias, es idéntica a la del año pasado. No debería tener problemas en que volviera a funcionar.
En los medios, hace 20 días, Alcaraz ya comentó que jugar con un 4-3-3 con tres delanteros arriba tenía algunos defectos a la hora de defender. No sólo eso, también loó a jugadores como Igbekeme, Pombo o Eguaras. Ellos podrían ser piezas muy importantes dentro de su esquema.
Para llevar a cabo su misión, deberá levantar a unos jugadores algo abatidos. Muchos de ellos, tras brillar el año pasado, no encuentran este año su mejor versión. Alcaraz tendrá que activar el ánimo -y el rendimiento- de los Verdasca, Grippo, Lasure, Eguaras, Buff o Papunashvili, jugadores todos ellos que rindieron a un nivel excelso el año pasado con Natxo González. Este, por diversas razones, les está costando un mundo.
