El triunfo del goleador silencioso

Hay infinitas formas de vivir la pasión por el Real Zaragoza, múltiples lecturas sobre el estado del equipo, las decisiones técnicas... pero una cosa une al zaragocismo: todos divisan un horizonte en LaLiga Santander. Por eso podemos pensar que cada partido debe ser el siguiente en esa cuenta atrás. Cada metralla de fango sacudida de las botas tras pisar el barrizal del infierno, cada punto les acerca al objetivo. Y eso hizo Miguel Linares: rescatar un precioso botín que en mayo podría ser oro.

El de Fuentes de Ebro salvó a los suyos de una derrota que hubiera sido un paso atrás. Con su gol, el Zaragoza respira en la zona verde de los play off y no le quita el ojo al ascenso directo. Un punto salvador que tiene que servir como inspiración para una plantilla que va poco a poco recuperando efectivos y la forma, tras la goleada ante Las Palmas. 

Linares, el triunfo del goleador silencioso

Algunos lo habrían olvidado tras este verano, otros pensarían que aquí ya no valía... y Miguel Linares, con el mismo trabajo que el mostrado en el Fuentes, Utebo, Barbastro, Real Oviedo, Elche... hizo lo que mejor sabe: golear, esta vez en Almería. Cientos de goles y una sola cara: la de un hombre honesto, trabajador que no sólo se conforma con estar en el equipo de su vida, está empeñado en sudar su camiseta. En salvarlo si puede ser. Ya lo hizo en febrero, en su segundo partido como blanquillo: un gol suyo dio los tres puntos ante el Lugo. Un mes después, fue el héroe de un 1-0 contra el Elche. Él anotó un gol que quitó mucho peso de cara al final de Liga, pues la Segunda B estaba tenebrosamente cerca en ese momento.

Esta temporada estaba siendo más difícil para él, y ni un mal gesto, ni una mala cara. Tardó en aparecer (sus primeros minutos fueron en la derrota contra el Mirandés), pero ya rinde. El de Fuentes devoró el delicioso pase de Raúl Guti, mimó el balón con el pecho y rápido, hábil y fugaz gritó gol tras fusilar con la zurda. Un punto que, quién sabe, podría servir para el regreso a ese horizonte que busca todo el zaragocismo. Por si acaso, a él le pillaría a lo suyo, trabajando su siguiente oportunidad. Llegarán -deberían llegar- más delanteros, refuerzos para la mermada delantera. Mientras, y después, una certeza: Linares seguirá aprovechando sus minutos.