La Romareda volvió a rugir como en las grandes noches
El Real Zaragoza volvía a jugar una eliminatoria de octavos de final de Copa del Rey siete años después y La Romareda se vistió de gala como en las grandes citas. La expectación era máxima por el encuentro y el partido comenzó en las calles, cuando miles de aficionados recibieron al conjunto de Víctor Fernández con cánticos de 'Si se puede'. Recibimiento que recordaba a épocas anteriores. Las taquillas zaragocistas colgaban el cartel de no hay entradas y la afición zaragocista, una vez más, no falló y apoyó sin descanso al equipo durante todo el encuentro, a pesar del abultado resultado.
El Real Madrid de Zidane regresaba a la capital aragonesa y el técnico francés, consciente de la dificultad del encuentro, salió con todo ante un Real Zaragoza que hizo rotaciones pensando en el partido del próximo domingo ante el Cádiz. Saltaban los futbolistas al césped y más de 30.000 gargantas cantaban al unísono el himno zaragocista.
Un Madrid simplón consiguió ganar por 0-4 a un Real Zaragoza que luchó y peleó sin premio final. Los últimos 15 minutos del encuentro, toda La Romareda el partido poco importaba ya para los aficionados zaragocistas y lo importante era dar las gracias al equipo por el esfuerzo y por llegar hasta aquí en la Copa.
Se acabó el sueño
El sueño finaliza aquí. Pocos esperaban llegar tan lejos en la competición y ha tenido que ser el líder LaLiga Santander el que lo hiciese. Ahora, ya sin distracciones, el conjunto de Víctor Fernández piensa sólo en el partido del próximo domingo ante el Cádiz en el Carranza. El técnico aragonés hizo rotaciones en el once inicial para reservar a los titulares para el partido liguero. Aún así, Eguaras, Atienza y James repitieron, debido a la escasez de la plantilla.